POR: NATALIA LÓPEZ
Puebla. Existe una gran preocupación por la crisis de Nicaragua, que no se ver reflejada como debiera en los medios de comunicación, dado que es un país muy cercano a México en cuanto a cultura, tradiciones y cuestiones históricas. “Estamos ante un claro ejemplo de lo que puede hacer un régimen que llegó por vías democráticas al poder y luego desvió el camino”, señaló Herminio Sánchez de la Barquera y Arroyo, decano de Ciencias Sociales de la Upaep.
La situación en dicha nación se ha radicalizado en los últimos tres meses, con un saldo de más de 300 muertos, ante los enfrentamientos entre opositores del gobierno de Daniel Ortega y las fuerzas policiales, militares y paramilitares. “Tenemos un caso muy curioso de una especie de autocracia de una familia que con el discurso de la revolución sandinista se ha hecho millonaria y construido un emporio político pisoteando los derechos políticos y humanos de la población nicaragüense”, indicó el académico.
En su intervención, Nora Arroyo Carrasco, directora de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Upaep, indicó que México fue uno de los países que más apoyó a Nicaragua en la revolución sandinista y que reconoció su triunfo. 39 años después, hoy preocupa la situación de dicho país, no sólo por las personas, sino también por las repercusiones que tendrá en todo Centroamérica y que se reflejarán en México y su relación con Estados Unidos.
Manifestó que hay muchos desplazados que solicitan asilo político en otras naciones como Costa Rica, que ya cuenta con 12 mil 500 solicitudes; en México las cifras se están incrementando también este sentido. “Es momento de que hagamos una reflexión mucho más profunda de este tema, que no sólo compete a Nicaragua ni a los países centroamericanos; sino también a México y a toda América Latina”, afirmó.
“México está obligado a levantar la voz en contra de un régimen autoritario, y sobre todo por los derechos humanos que están siendo vulnerados en ese país. Ese es el punto más importante. México conjuntamente con otros países como Colombia, Argentina, Brasil, Chile y Perú están siendo las voces más importantes dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA) precisamente para lograr que haya una negociación en Nicaragua y se llegue a una solución”, destacó Arroyo Carrasco.