El presidente estadounidense Donald Trump apodó como “Juan Trump” al virtual ganador de la elección presidencial de México, Andrés Manuel López Obrador, porque lo ha considerado similar a él, de acuerdo a un reporte del sitio Americas Quarterly.
El reportaje informó que la decisiva victoria de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales de México seguramente intensificará el debate sobre cómo gobernará: como el populista agitador nostálgico de las políticas económicas estatistas, o como el pragmático ex alcalde que gobernó la Ciudad de México con moderación.
Sin embargo, los impulsos más radicales de López Obrador probablemente tendrán que ser moderados por un México modernizador que en gran medida ha adoptado y depende de una economía de libre mercado integrada con los Estados Unidos.
También expresa que a lo largo de la campaña presidencial, AMLO, como se conoce ampliamente a López Obrador, envió señales contradictorias sobre sus intenciones económicas. Por un lado, prometió nuevos programas sociales y subsidios gubernamentales sin aclarar cómo pagará por ellos, planteó preguntas sobre la santidad de los contratos gubernamentales existentes y amenazó con detener la construcción de un nuevo aeropuerto en la Ciudad de México que tanto se necesita.
Al mismo tiempo, se comprometió a mantener la disciplina fiscal, respaldó las negociaciones en curso con Canadá y Estados Unidos para actualizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y aseguró a los inversores extranjeros y empresas mexicanas que mantendrá un clima de negocios favorable.
En este contexto, la administración de Trump no está demasiado preocupada por la presidencia de AMLO y su impacto en las relaciones entre Estados Unidos y México. Trump mismo ve un poco de su ser renegado en AMLO, doblando en privado al político mexicano “Juan Trump”, según un alto funcionario del gobierno.
Como Roberta Jacobson, que acaba de dimitir como embajadora de Estados Unidos en México, me expresó acerca de una posible presidencia de AMLO y su impacto en las relaciones con Estados Unidos: “Si el cielo se cayera, eso habría sucedido con la victoria de Trump”. Sin embargo, a pesar de los comentarios ofensivos e infundados de Trump sobre los mexicanos y el gobierno mexicano, los funcionarios de ambos países han logrado mantener la colaboración diaria entre los dos países sobre migración, comercio y aplicación de la ley.
Una presidencia de AMLO no debería molestar de manera apreciable. Trump podría pensar que puede literalmente aislar a México de los Estados Unidos, pero AMLO lo sabe mejor. Si bien no será tan pasivo como lo ha sido el presidente Enrique Peña Nieto con Trump, quien es vilipendiado en México, AMLO ha señalado que se esforzará por preservar la relación entre los dos gobiernos. Cualquier enfrentamiento verbal entre los dos presidentes combativos enmascararía una relación bilateral compleja e interdependiente. La geografía se combinará con los profundos vínculos económicos, culturales y familiares para garantizar que los dos países permanezcan cerca.
(Con información de Americas Quarterly).