Una nueva misión de la NASA podría llevar a los humanos de vuelta a la luna, y poco después, por primera vez, a Marte.
Robots podrían aterrizar en la luna el próximo año como precursores del viaje lunar humano planeado, anunció la NASA el lunes. El programa se lanzó como parte de un proyecto que el presidente Donald Trump firmó en diciembre para continuar la exploración lunar y comenzar las misiones guiadas por humanos a Marte en la década de 2030.
Las misiones comerciales de entrega enviarán tecnología de la NASA a la superficie de la luna para construir una base lunar y determinar si el medioambiente es adecuado para la exploración humana. Después, extractores perforarán en busca de gua y otros elementos volátiles, o compuestos removidos de los polos lunares y cráteres usando calor. El hielo de Marte podría alimentar naves espaciales si las acciones son exitosas, dijo en una declaración Jim Bridenstine, administrador de la NASA.
“Sabemos que hay elementos volátiles en los polos de la luna, y con toda franqueza, esa agua helada podría ser combustible para cohetes”, dijo. “Si tenemos la capacidad de generar combustible para cohetes de la superficie de la luna, y ponerlos en órbita alrededor de la luna, podríamos usar para construir un depósito de combustible”.
Los ingenieros presentaron la idea de los robots sustitutos en 2010 después de que la administración de Obama rechazó el programa de la NASA para enviar astronautas de vuelta a la luna —una proeza de $150,000 millones de dólares— y favoreció el enfocarse en territorio desconocido, como los asteroides. Por un costo significativamente más bajo, un equipo de la NASA planeó enviar “robots humanoides” a la luna menos de tres años después.
Sin embargo, hasta 2018, ningún robot ha llegado. Los estadounidenses no han ido a la luna desde la misión Apolo 17 de 1972. El último rover lunar, apodado el “Conejo de Jade”, pertenecía a China y murió en 2016 después de pasar más de dos años recorriendo la superficie de la luna.
En diciembre de 2017, Trump revivió el Consejo Nacional Espacial tras 25 años de inactividad, una acción que, dijo él, cimentará la dedicación de su administración por los viajes espaciales. El primer punto en la agenda del consejo es expandir el comercio espacial a la luna para su “uso y exploración a largo plazo”.
“Esta vez no solo plantaremos nuestra bandera y dejaremos la huella de nuestro pie: estableceremos un cimiento para una futura misión a Marte, y quizás algún día a muchos mundos más allá”, dijo él en la ceremonia de firma.
No obstante, es poco probable que Trump vea otro “pequeño paso para el hombre” durante su presidencia. Funcionarios de la NASA dijeron que posiblemente les tomaría 10 años lanzar otra misión lunar humana, y todavía más tiempo para llegar a Marte.
Pero el viaje al planeta rojo está más cerca que nunca, gracias a nueva evidencia de que el planeta podría albergar vida, lo cual podría apresurar los planes para la exploración humana. Previamente este mes, el Curiosity rover halló carbonos orgánicos otrora contenidos en un lago marciano hace 3,000 millones de años.
La carrera espacial a Marte está apretada: la agencia espacial de China prometió enviar astronautas a Marte para finales de 2020, y Vladimir Putin dijo que misiones rusas tripuladas al planeta seguirían de cerca a los lanzamientos sin tripulación de 2019. Ambos países enfatizaron el viaje lunar en sus planes.
En aras de conseguir el “dominio estadounidense en el espacio”, Trump anunció una Fuerza Espacial militar, una idea que él primero propuso como un chiste en marzo.
“No queremos que China y Rusia y otros países nos lleven la delantera”, dijo él en el anuncio. “Siempre y cuando sea una persona adinerada estadounidense, está bien”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation whit Newsweek