Niños migrantes bajo el cuidado de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) fueron golpeados, amenazados con violencia sexual y agredidos repetidamente mientras estuvieron bajo custodia entre 2009 y 2014, de acuerdo con un informe publicado el miércoles por la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU) y la Clínica Internacional de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chicago.
Basado en 30,000 páginas de documentos obtenidos a través de una solicitud de registros, el informe incluye acusaciones detalladas de abuso físico y mental a manos de los oficiales. Las reclamaciones fueron presentadas por menores no acompañados, la mayoría de los cuales provenían de El Salvador, Guatemala, México y Honduras. Los funcionarios de la CBP han impugnado grandes porciones del informe y dijeron a Newsweek que muchas de las acusaciones han sido investigadas y son “falsas”.
🚨 @CBP is physically, sexually, and verbally abusing immigrant children – and we just uncovered evidence to prove it
Speak up to help put an end to these heinous crimes. https://t.co/uTnyB1YH7O
— ACLU (@ACLU) 23 de mayo de 2018
Las autoridades fronterizas fueron acusadas de patear a un niño en las costillas y obligar a una niña de 16 años a “separar las piernas” para una búsqueda corporal agresiva. Otros niños acusaron a los oficiales de golpear a un niño en la cabeza tres veces, que atropellaron a un niño de 17 años y que negaron atención médica a una adolescente embarazada, que luego dio a luz a un bebé muerto.
Mitra Ebadolahi, abogada del Proyecto de Litigios Fronterizos de ACLU, dijo que las acusaciones describen un sistema de aplicación de la ley “marcado por la brutalidad y la anarquía”. La organización también acusó a los funcionarios de Protección Fronteriza de no haber “investigado de manera significativa” las acusaciones detalladas en los registros públicos.
“Todos los seres humanos merecen ser tratados con dignidad y respeto independientemente de su estatus migratorio, y los niños, en particular, merecen una protección especial”, dio Ebadolahi.
Añadió que “la mala conducta demostrada en estos registros es impresionante, como también lo es la completa falla del gobierno de responsabilizar a los funcionarios que abusan de su poder”.
En una llamada con reporteros el miércoles, personal de ACLU e investigadores de la Clínica Internacional de Derechos Humanos dijeron que las acusaciones, que tuvieron lugar durante la presidencia de Barack Obama, son especialmente alarmantes ahora que el presidente Donald Trump prometió reforzar las detenciones de indocumentados inmigrantes.
“El hecho de que estos niños ya eran tan vulnerables –la mayoría viajaban solos con la esperanza de escapar de la violencia y la pobreza en sus países de origen– hizo que las acciones ilegales e inhumanas reflejadas en los documentos fueran aún más angustiantes”, dijo en un comunicado Claudia Flores, de la Clínica Internacional de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chicago.
En una declaración a Newsweek, Dan Hetlage, un vocero de CBP, acusó a la ACLU de presentar acusaciones contra los oficiales como un hecho. El departamento también señaló a la ACLU de lanzar deliberadamente el informe disponible públicamente con vagas anécdotas. Sin detalles, Protección Fronteriza no puede tomar “medidas razonables” para examinar o abordar las acusaciones en el informe, dijo Hetlage.
“Las falsas acusaciones hechas por la ACLU contra la administración anterior son infundadas y carecen de fundamento”, añadió Hetlage.
Declaró que “el ‘informe’ compara las acusaciones con hechos, ignora una serie de mejoras realizadas por CBP, así como la supervisión realizada por agencias externas e independientes, incluyendo la Oficina del Inspector General del DHS y la Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles durante la última década”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek