Oaxaca de Juárez, Oax.- La Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) no representa ningún riesgo para el desarrollo pacífico del proceso electoral en Oaxaca, afirma el delegado en el estado del Instituto Nacional Electoral, Edgar Humberto Arias Alba.
Luego de que se registrara un enfrentamiento el sábado 14 de abril entre miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y simpatizantes del candidato a la presidencia de la República por la coalición “Todos por México”, José Antonio Meade, en Puerto Escondido, el funcionario descarta que el hecho sea el preámbulo de un escenario de confrontación.
Confía en que el gobierno del estado y federal establecerán la atención correspondiente a la gremial durante la negociación de sus demandas en mayo próximo, para evitar que se prolongue la efervescencia que acompaña la revisión de las demandas magisteriales que inician históricamente el 15 del próximo mes: marchas, mítines, plantones y bloqueos.
Aunque reconoce la “combatividad” de la Coordinadora, asegura que el escenario de las elecciones federales de 2015 no se repetirá en este proceso.
Y es que hace tres años, integrantes de la Sección 22 realizaron toma de juntas distritales previo al proceso electoral, además de robar y quemar urnas el día de la jornada, a través de “brigadas” que recorrieron diversas casillas en la capital y el interior del estado.
Arias Cruz vislumbra un escenario distinto, en el que sin embargo, las escuelas dejaron de ser centros para instalación de casillas. Únicamente el 8.27 por ciento de los cinco mil 439 centros de votación en los 10 distritos electorales que se colocarán en este 2018 en la entidad, se ubicarán en instituciones educativas.
Mientras que un 64.99 por ciento en lugares públicos, 14.82 en oficinas públicas y 11.91 en domicilios particulares.
“No es sólo por la CNTE, en todo el país se tomó la determinación de buscar lugares en los que puedan llegar fácilmente los electores”, justifica.
*Tampoco los sismos
El delegado del INE asegura que tampoco los sismos de septiembre y la destrucción causada por estos fenómenos naturales son factor que establezca un foco rojo en la entidad para el desarrollo del proceso.
Hasta el momento, apunta, el único problema que se ha registrado es que no ha sido posible realizar la notificación de personas que resultaron insaculadas para ser funcionarias de casilla en la agencia de Álvaro Obregón, perteneciente a Juchitán de Zaragoza y San Dionisio del Mar, ambos en el Istmo de Tehuantepec.
“Advirtieron que si llegaba personal del INE, serían agredidos y no vamos a poner en riesgo a ningún trabajador de la institución”, sostiene y explica que la negativa de los pobladores se debe principalmente a conflictos postelectorales locales.
Pero insiste en que no hay riesgos, de momento, que sean evidentes para el desarrollo pacífico del proceso del próximo 1 de julio, en el que en la entidad se elegirán además de presidente de la República, senadores y diputados federales, legisladores locales y presidentes de 153 municipios regidos por partidos políticos.