El papa Francisco pidió perdón este miércoles por haber incurrido en “graves equivocaciones de valoración” en Chile, tras haber conocido las conclusiones de una investigación sobre abusos sexuales cometidos por el clero.
En una carta dirigida a los obispos chilenos, difundida por el Vaticano, el papa dijo que quiere convocarlos a Roma para abordar dicha investigación que había encargado y que incluye numerosos testimonios de víctimas.
El caso se trata del presunto encubrimiento de abusos sexuales del que acusan al obispo chileno Juan Barros, al que defendió, y convocó al clero de ese país para analizar la situación.
“En lo que me toca, reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente, que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada”, señala en la misiva.
En enero pasado Francisco envió una misiva a los obispos chilenos –donde defendió a Barros– después de recibir el informe del arzobispo maltés Charles J. Scicluna, que viajó a Chile para atender a los testimonios de las presuntas víctimas de los abusos.
“Ahora, tras una lectura pausada de las actas de dicha ‘misión especial’, creo poder afirmar que todos los testimonios recogidos en ellas hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza”, subraya el pontífice argentino.
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La defensa pública del obispo chileno de Osorno, ensombrecieron la visita de Francisco en enero pasado a Chile.
Ante el desconcierto generado, el Papa decidió revisar el caso, pedir disculpas públicas y enviar a un investigador especializado, un gesto calificado de valiente y poco común para un pontífice.
“Las intenciones del Papa son buenas, pero no se transforman en acciones”, resumió la irlandesa Marie Collins, símbolo internacional de la lucha contra la pedofilia, quien renunció hace un año, indignada, a formar parte de la comisión vaticana encargada para combatirla y que Francisco acaba de renovar.
El reciente informe recoge 64 testimonios recogidos tanto en Santiago de Chile como en Nueva York.
Juan Barros Madrid, nombrado obispo en marzo de 2015 por el papa Francisco, fue acusado en Chile de encubrir los casos de abusos sexuales cometidos presuntamente por Fernando Karadima cuando éste era párroco de la iglesia de El Bosque, en la capital, Santiago.
En la carta Francisco expresó su deseo de pedir perdón personalmente en las próximas semanas, en una serie de reuniones que mantendrá con representantes de las personas entrevistadas por Scicluna.
El papa envió a Chile al arzobispo Scicluna, sustituido durante su convalecencia por una operación por el sacerdote español Jordi Bertomeu, para “escuchar desde el corazón y con humildad” y esclarecer la veracidad de las acusaciones.
Francisco señaló que posteriormente, cuando le entregaron el informe, de 2,300 folios, ambos reconocieron “haberse sentido abrumados por el dolor de tantas víctimas de graves abusos de conciencia y de poder y, en particular, de los abusos sexuales” cometidos por curas chilenos contra menores de edad.