Deja de lado prejuicios e ideas erróneas. La vida sexual de los adultos mayores puede ser perenne.
LO HAS ESCUCHADO una o varias veces. El deseo sexual de las mujeres disminuye con la menopausia. O la vida sexual de los hombres concluye con el arribo de la andropausia. Tales aseveraciones aplican en ciertos casos, pero de ningún modo suponen un destino fatal para la mayoría de adultos que, incluso en la tercera edad, no ven mermado su interés por la sexualidad.
Lo nodal es que estén abiertos a adaptarse a nuevas condiciones que hacen que la dinámica de las relaciones sexuales sea distinta. Porque, como subraya Joan Price, “para todo problema hay una solución”. Solo es necesario tener paciencia y estar abiertos a experimentar nuevas técnicas de excitación.
Price es autora de cinco libros sobre sexualidad, constantemente ofrece seminarios sobre el tema y se describe a sí misma como una defensora del sexo eterno. Además, escribe un blog en internet (Naked at Our Age), en el que ha reseñado más de 120 juguetes sexuales desde la perspectiva de los adultos mayores.
“Somos seres sexuales por toda nuestra vida. No hay fecha de caducidad en nuestra capacidad de sentir placer y alcanzar un orgasmo. Por supuesto que hay condiciones médicas y medicamentos que interfieren con nuestra capacidad de mantener relaciones sexuales activas después de los 70, pero algunas veces la diferencia entre un orgasmo y no tenerlo es solo el buen uso de un vibrador”, dice en entrevista con Newsweek en Español.
Los estigmas sociales y los estándares de belleza que nos son impuestos por los medios han hecho que creamos que solo lo joven es lo atractivo. Pero para los adultos mayores hay muchas más cualidades que un abdomen plano o una barbilla pronunciada.
“En nuestra sociedad vemos a las personas mayores como poco atractivas porque la televisión, las películas y los anuncios muestran lo sexi como una cualidad de la juventud. Si tienes arrugas y décadas de vida, no eres sexi y eso resulta curioso”, dice Joan, riendo. Y agrega: “Pero, ¿acaso la gente joven no cree que envejecerá? ¿Por qué no mejor nos piden que les enseñemos a envejecer sexualmente?”.
Al respecto, la especialista añade: “En mi caso, es muy claro que mis estándares de belleza han cambiado con la edad. Cuando veo a un joven pasar por la calle sé que es hermoso, pero son sus genes, él no hizo nada para merecer eso. Es mucho más excitante un hombre mayor que es enérgico, inteligente y comprometido, eso lo hace atractivo. Las arrugas no las podemos controlar, entonces para qué nos preocupamos por ello. Mejor preocupémonos por cosas que sí podemos mejorar”, explica la autora del libro La guía esencial del sexo después de los 50.
No solemos hablar del sexo entre los adultos mayores, pero existe. El problema es que, al no hablar de ello, la sociedad lo ha convertido en un tabú y eso afecta mucho la forma en que las personas de esta edad se desenvuelven en la cama.
Por ello, “cuando dejamos ir esas definiciones y prejuicios de que solo los jóvenes son atractivos, o que solo el coito es sexo, todo cambia para bien. Pregúntate: ¿cómo me ayuda el creer esto? Si no te ayuda, tíralo y busca algo distinto”, recomienda Price.
La realidad es que el tiempo ha sido noble con este tipo de temas. Hace 50 años no podíamos siquiera imaginar hablar de sexo, menos de sexo entre adultos mayores. Ahora, series de televisión como Grace and Frankie plantean que los adultos mayores pueden tener una vida sexual activa o incluso cambiar sus preferencias sexuales. Los tiempos han cambiado y casi nadie se espanta de hablar de estos temas con naturalidad.
Así lo explica Joan Price: “Cuando comencé este trabajo, 13 años atrás, tuve muchas respuestas de jóvenes que sentían asco hacia la temática. Pero conforme han pasado los años, jóvenes se han acercado a mí para saber qué pueden hacer para envejecer de una manera sexi. Muchos de ellos dicen que lo que les enseño sobre tener buen sexo a mi edad (74 años) es similar a lo que ellos buscan a su edad. Y claro que es igual, solo que las hormonas hacen que sea más sencillo para los jóvenes”.
Las hormonas no son lo único que cambia al envejecer. Con los años las erecciones ya no son una garantía y el tiempo de estimulación que una mujer necesita para excitarse es mayor. Por eso, explica la especialista, es importante que no veamos el coito como una meta. “Ese es solo uno de los muchos platos en el bufet del sexo”, asegura. Recomienda las actividades que no terminan necesariamente en coito como el sexo oral, manual, con juguetes sexuales o la estimulación con libros eróticos.
Durante los últimos 13 años Joan Price ha ganado un lugar importante entre la sociedad mayor. Comenzó con un blog donde reseñaba juguetes sexuales, y ahora tiene más de cinco libros y cursos y talleres donde aborda estas temáticas. Al día de hoy ha escrito reseñas de más de 120 vibradores distintos.
“Los vibradores no tienen que estar etiquetados como para señoras mayores. Eso es un poco deprimente, con que digan ‘ergonómico y fácil de sostener’, nosotras sabremos que son buenos para mujeres que padecen de artritis. También queremos juguetes que duren mucho tiempo, no tienen que decir ‘suficientemente fuertes para las viejitas’, basta con ‘puede estar encendido hasta por dos horas’. Hablemos por lo que necesitamos no usando etiquetas que definen lo que somos”.
Finalmente, Joan Price recomienda a las mujeres mayores ponerse en contacto con su sexualidad, pues aunque ya no se excitan por cualquier cosa, aún pueden conseguirlo si se dan el tiempo suficiente.