El accidente de un avión de pasajeros ruso que mató a las 71 personas que estaban a bordo pudo deberse a que la cabina de los pilotos mostró datos erróneos sobre la velocidad que llevaba.
Los pilotos no activaron el indicador para el equipo de medición de presión, lo que dio como resultado datos de velocidad defectuosos, publicó la agencia de noticias The Associated Press.
Después de estudiar el registro de datos de vuelo del avión, investigadores del Comité de Aviación Interestatal dijeron este martes, que el accidente del domingo ocurrió luego de que los pilotos vieron datos variables en los dos indicadores de velocidad del avión.
“El análisis preliminar de la información registrada y el examen de casos análogos ocurridos en el pasado, permiten suponer que el factor que causó la situación extraordinaria durante el vuelo fueron los datos erróneos sobre la velocidad que aparecieron en las pantallas de los pilotos”, aseguró el organismo a través de un comunicado.
Los datos erróneos se debieron a que “aparentemente” se congelaron de los sensores de velocidad, según datos extraídos por los investigadores del análisis de las cajas negras recuperadas en el lugar del siniestro.
La indicación defectuosa se produjo porque los pilotos no pudieron encender la unidad de calentamiento para el equipo de medición de presión del avión antes del despegue, según Associated Press.
Los pilotos pusieron el AN-148 en piloto automático después de despegar del aeropuerto Domodédovo de Moscú, pero retomaron los controles manuales cuando vieron datos de velocidad encontrados.
El accidente “puede explicarse por datos incorrectos sobre la velocidad recibidos por los pilotos, lo que pudo aparentemente estar vinculado a la formación de hielo en las sondas, cuyo sistema de calefacción se encontraba apagado”, indicó en un comunicado el Comité.
El avión cayó en picada en un campo nevado seis minutos después del despegue, matando a los 65 pasajeros y seis tripulantes.
“El tiempo era muy nuboso y la nieve caía con fuerza. Cuando se estrelló, oímos un gran ‘¡bang!’. Vimos una enorme bola de fuego elevarse desde el lugar, pensamos que se trataba de un meteorito”, relata a la AFP Tatiana Yukova, quien asistió a la tragedia desde su ventana.
“Ha quedado demostrado que el aparato estaba entero en el momento de su caída, que no había incendiado, y que la explosión solamente se produjo tras la caída, según el Comité de investigación en un comunicado.
La lista de las víctimas publicada por las autoridades incluye tres extranjeros, un ciudadano de Azerbaiyán, otro de Kazajistán y un suizo, además de tres niños, el menor de ellos de cinco años.
La mayoría de los pasajeros eran originarios de la región de Orenburgo, donde está Orsk. El gobernador de la región decretó una jornada de luto este lunes, publicó la AFP.
El último accidente mortal de un avión en territorio ruso se remonta a diciembre de 2016, cuando un aparato militar Tu-154 se estrelló poco después del despegue en Adler (sur), cuando se dirigía a la base aérea rusa de Hmeimim, en Siria. Entre las víctimas figuraban más de 60 miembros de los coros del Ejército Rojo.