Por: Natalia López
Puebla, Pue. En opinión de Herminio Sánchez de la Barquera y Arroyo, director de los Posgrados en Ciencias Sociales de la Upaep, “el linchamiento es síntoma de una sociedad bárbara, de una sociedad que no piensa y que se escuda cobardemente en el anonimato. Es reprobable por donde se le vea. Ojalá la gente reconsidere, pues una cosa es atrapar al delincuente y capturarlo y otra cosa es lincharlos”.
El fenómeno que se vive en la entidad, ante el aumento en la inseguridad, ha derivado en que la gente toma la justicia por su propia mano, lo que el académico calificó de sumamente grave. “Si la sociedad exige de sus políticos, también debe exigirse a sí misma. Hay que exigirles a los políticos, que no digan mentiras, que no roben; pero también existe responsabilidad como ciudadano. O ni modo que ellos tengan esa obligación y yo no”, apuntó.
Sin embargo, resaltó que la enorme desconfianza en las autoridades orillan a que se susciten este tipo de actos. Esta desconfianza es debida a que al capturar a los delincuentes, las autoridades los dejan libres por no integrar bien la investigación o porque así lo marca la ley. Además existe el problema de que los pobladores que atrapan a un delincuente para lincharlo, ni siquiera están plenamente seguro que lo sea.
Sánchez de la Barquera y Arroyo comentó que entre las soluciones está la capacitación a los policías, para que no haya errores en la integración de la investigación y consignación del delincuente; hacer cambios en la legislación para que la portación de armas sea considerada delito grave y no dejen salir a quien caen por primera vez; y una campaña muy fuerte de concientización, por parte de los gobiernos estatal y municipales, “para que la gente entienda que eso no es propio de una sociedad democrática civilizada; eso es propio de rufianes y no puede tolerarse”.