Su primer Óscar a mejor director por “La forma del agua” además de encumbrar al director nacido en Guadalajara, Jalisco, colocan en el plano más alto a una generación de realizadores mexicanos que han logrado saborear las mieles del éxito en Hollywood.
Alejandro González Iñárritu (54 años), Alfonso Cuarón (56) y ahora Del Toro (53), todos nacidos en la década de 1960, pertenecen a un grupo de cineastas que si bien se formaron en México, han explotado sus ideas y proyectos en un demandante mercado hollywoodense. Los dos primeros ya tienen en su haber un Óscar a mejor director, premio que este domingo ganó el más joven del grupo por La forma del agua.04
Los “Three Amigos”, como se les conoce en Hollywood, iniciaron sus carreras a finales de la década de 1980 y las consolidaron a lo largo de los 1990. Sin embargo, como reseña Los Angeles Times, la relación entre los tres se gestó en 1988 con la serie de televisión “La Hora Marcada”, en la que Cuarón y Del Toro escribieron y dirigieron historias de ficción en colaboración con Emmanuel Lubezki, quien años después les presentaría a Iñárritu.
Del Toro tuvo su debut en el cine con “La invención de cronos” de 1993, un filme que fusiona el terror y la fantasía, dos de los elementos principales en la obra de Guillermo y que con el tiempo se han vuelto su sello personal. Dos años antes, Cuarón se había estrenado con “Solo con tu pareja”. El primer largometraje de Iñárritu, “Amores Perros” llegaría en 2000 con Gael García como protagonista; un año después con “Y tu mamá también”, de Cuarón, García compartiría cuadro con Diego Luna.
El grupo que encabezan los “Three Amigos” también incluye a Gael y Diego, pero principalmente a Emmanuel Lubezki, ganador de tres Óscar y cuya fotografía le ha valido ser comparado con Gabriel Figueroa; además del director de fotografía Rodrigo Prieto, nominado a la estatuilla de mejor fotografía por su trabajo en “Secreto en la Montaña” y al diseñador de producción ganador del premio de la Academia, Eugenio Caballero.
Cuando Del Toro, Iñárritu y Cuarón dejaron una industria que no les ofrecía mucho, incursionaron en otro tipo de temáticas y géneros: Guillermo se comprometió con sus monstruos, Iñárritu con los dramas y Cuarón con una nueva manera de contar historias.
Como diría John Hecht, corresponsal en México de The Hollywood Reporter, a The Global Post previo a que Iñárritu levantara su primer Óscar: “El hilo conductor es que todos corren riesgos… Impulsan los límites de la tecnología, los límites de la fotografía, los límites de la narración de historias… Se han convertido en una fuente de orgullo para México, pero en realidad no están haciendo cine mexicano, están haciendo películas de Hollywood”.
Los “Three Amigos” fundaron Cha Cha Cha films una productora cuya primera película lanzada fue “Rudo y Cursi”, protagonizada por Gael García y Diego Luna y que aunque que los tres socios produjeron, ninguno de ellos la dirigió dejando esa responsabilidad del menor de los Cuarón, Carlos. La productora cerró en 2013, pero la relación entre los tres ha prosperado como quedó demostrado cuando los tres gozaron al son del mariachi en la ceremonia de los Premios Cannes del año pasado.
Los Angeles Times reseñó esa cercanía cuando en 2015 dio cuenta de cómo entre los tres se consultan para sacar adelante una producción. “Guillermo es el maestro de las maldiciones. Pero con solo una mala palabra, él puede transmitirme más de lo que la mayoría de la gente puede en una conversación completa”, dijo Iñárritu al respecto. “Les diré si es [basura]… Eso es lo que hacen los amigos”, declaró por su parte Del Toro. Mientras que Cuarón lo resumió a una frase: “No hay película que haga que no pase por ellos, sus ojos y sus manos”.