Una corte del Reino Unido dio permiso para que médicos retiren el soporte vital de Isaiah Haastrup, un bebé de 11 meses, sin el consentimiento de sus padres. Esta determinación ha generado controversia internacional y se suma a varios casos similares donde la ley anuló los deseos de los padres con respecto al bienestar de los niños con enfermedades terminales.
Isaiah nació en el King’s College Hospital en Londres en febrero pasado y está gravemente discapacitado, además de que no muestra signos de receptividad, informó CNN. Hoy, un juez de la Suprema Corte se puso del lado de los médicos que afirmaron que no era conveniente para el bebé mantenerlo vivo con una máquina de respiración. El hospital quiere únicamente dar cuidados paliativos a Isaiah, informó la BBC. Esto solo ayudaría a mejorar su calidad de vida, pero no mantendría vivo al niño con máquinas de soporte vital.
Sus padres, Lanre Haastrup y Takesha Thomas, ambos de Londres, Inglaterra, no están de acuerdo con la decisión de los doctores y ahora de la corte. “Hablaremos con abogados para que vean lo que dicen. Por supuesto, uno está decepcionado”, dijo el padre de Isaiah sobre el fallo judicial, informó The Guardian.
Isaiah nació por cesárea de emergencia el año pasado después de que su madre experimentó una ruptura en su útero. Según los médicos, Isaiah se sometió a una privación severa de oxígeno al nacer y, como resultado, sufrió un daño cerebral “catastrófico”, informó The Guardian. Sin embargo, de acuerdo con los padres de Isaiah, las lesiones del niño se debieron a negligencia en el parto. Al nacer, no se escuchaban latidos del niño, respiración, actividad o tono muscular, informó CNN. El experto independiente, Andrew Whitelaw, dijo a CNN que en tiempos anteriores el niño habría sido declarado un bebé muerto. Hoy, Isaiah no puede moverse ni respirar de manera independiente y depende por completo de un respirador.
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Isaiah ha vivido sus 11 meses en un hospital, pero a sus padres les gustaría continuar los tratamientos de Isaiah con la esperanza de que algún día se recupere lo suficiente como para poder traerlo a casa. Su madre, Takesha Thomas, argumentó que Isaías respondió a su cara y tacto. Sin embargo, los doctores del niño afirman que no ha habido ningún cambio en su condición desde el nacimiento y que cualquier mejora futura es altamente improbable. El tribunal ahora se ha puesto a favor de la recomendación del hospital de no continuar el soporte vital para el niño.
“Es trivial pero cierto señalar que el tribunal no puede imaginar el dolor emocional que la conclusión del tribunal causará a los padres. Es mi esperanza que, a su debido tiempo, los padres puedan tener alguna pequeña medida de comodidad al saber que han hecho todo lo que pueden por su querido y apreciado hijo para buscar un resultado alternativo para Isaiah”, dice la sentencia, informó CNN.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek