Un grupo ciudadano que busca a sus familiares desaparecidos en el norte de México encontró el pasado fin de semana alrededor de 3,000 fragmentos óseos calcinados en una zona deshabitada de Coahuila. Ahora las autoridades estatales pretende identificar los restos aparentemente humanos.
El lugar encontrado por el grupo Víctimas por sus Derechos en Acción (VIDA) es de aproximadamente 100 metros y está ubicado entre San Antonio Del Alto y San Francisco en Matamoros. La profesora Silvia Élida Otriz, coordinadora y vocera del grupo, dijo que a través de una llamada anónima ubicaron los restos y acudieron en compañía de la fiscalía estatal, el Ejército y peritos.
Relató que el lugar era un centro de exterminio de “Los Zetas” y que se encontró un tambo como los que el grupo criminal utiliza para “cocinar” cuerpos que buscan desaparecer.
La Fiscalía General de Coahuila dijo a Reuters que no se puede determinar a cuántas personas corresponden los restos encontrados. Los peritos hallaron, además del tambo, diversos casquillos de arma de fuego, dos botones y una hebilla.
La vocera, quien busca a su hija Stephanie Sánchez Viesca Ortiz desde el 2004, relató el fin de semana, de acuerdo con el medio mexicano La Jornada que se localizaron los fragmentos y ropa encontrada no es suficiente para identificar a alguien, así como zapatos y botas de hombre y de mujer.
VIDA inició en enero de 2015 sus búsquedas en esta zona -ubicada en la violenta subregión de la Comarca Lagunera-, haciéndose acompañar por expertos forenses y agentes de la fiscalía de Coahuila.
El grupo ha encontrado fosas clandestinas con restos humanos en los poblados de Santa Elena, San Antonio de Gurza, San Pedro y en Estación Claudio, de la zona de La Laguna.
Sin embargo, el medio mexicanoEl Universal informó que la Fiscalía de Desaparecidos en Coahuila sólo ha obtenido 129 perfiles genéticos de los cerca de 100,000 fragmentos óseos hallados en el estado en los últimos años.
Citada por el medio, Ortiz dijo que de los 129 perfiles genéticos, apenas se han logrado 19 correspondencias, es decir, la asociación con otro perfil genético e identificación.
Uno de los casos en Coahuila que más causó indignación fue el ocurrido en 2011 en el municipio de Allende, donde Los Zetas secuestraron y presumiblemente masacraron a 300 personas.