Durante más de 150 años, los paleontólogos han sabido que los dinosaurios tenían plumas. Ahora, en un nuevo estudio se muestra qué tan emplumados eran realmente ciertos dinosaurios.
Investigadores de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, examinaron un ejemplar particularmente bien preservado deAnchiornis, un dinosaurio del tamaño de un cuervo que tenía cuatro alas. Descubrieron que las plumas de su cuerpo, o plumas “de contorno”, tenían una forma característica que ya no existe en las aves de la actualidad. Estas plumas ya extintas tenían un cañón corto, con púas que hacían que la pluma se bifurcara, formando una “Y”.
En el estudio, publicado en la revistaPaleontology, se indica que esta forma inusual de las plumas hacía que los dinosaurios fueran particularmente suaves y esponjosos. Esto pudo haber ayudado a que estas criaturas de sangre caliente conservaran el calor, pero también pudo haber incrementado la resistencia al volar; los investigadores piensan que esta podría haber sido la razón por la que las aves ya no tienen plumas en forma de Y.
Los dinosaurios terópodos, como elA nchiornis, son los ancestros de las aves modernas, mientras que el T. Rexy el Velociraptor son sus primos en cuanto a su evolución. Técnicamente, las avesson dinosaurios. Existen pruebas claras de que los terópodos tenían plumas e incluso alas, pero el conocimiento sobre la cubierta de plumas de muchas especies sigue siendo especulativo. Por ejemplo, no es claro en qué medida el T. Rex tenía plumas.
Aunque en general no es posible determinar si un animal tenía plumas o no simplemente a partir de sus huesos fosilizados, algunos fósiles detallados dinosaurios incluyen impresiones de plumas. El ejemplo más famoso de un fósil que muestra dientes, garras y cola, así como plumas claramente formadas, es el Archaeopteryx Lithographica.El nombre de este pequeño dinosaurio con alas significa “antigua ala de la piedra de impresión”.
Los fósiles deAnchiornis están excepcionalmente bien preservados y los científicos incluso pueden decir, de manera notable, que eran de color blanco y negro con un mechón de plumas rojas en la cabeza. También tenían un segundo juego de alas en las patas traseras, que posiblemente les ayudaba a mantener la dirección mientras se deslizaban por los aires.
Algunas de las plumas que estudiaron los investigadores se desprendieron del cuerpo durante el proceso de descomposición, por lo que les resultó más fácil ver cada una de las plumas impresas en la piedra. A partir de otros fósiles, pudieron señalar la forma general que tomaban las plumas alrededor del cuerpo.
Acompañando a su estudio, un paleoartista reinterpretó al dinosaurio en la forma más actualizada posible, con un cuerpo esponjoso, como si fuera un pollo. El animal también tenía plumas grandes en las alas, más parecidas a las que podemos ver en las aves modernas. Con esta información, además del tamaño, la forma y el color del animal, la nueva interpretación artística es el dibujo científicamente más exacto de esta ave hasta la fecha.
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Publicado en cooperación conNewsweek / Published in cooperation withNewsweek
