Los soldados de la OTAN pronto podrían volverse invisibles al radar y a las cámaras térmicas gracias a una revolucionaria tela desarrollada en Turquía, anunciaron fuentes oficiales el domingo 19 de noviembre.
El material, que según informes pasó las pruebas de las Fuerzas Armadas turcas, dispersa el calor corporal del individuo para confundir a las cámaras térmicas, y también facilita que los soldados se oculten de las lentes de visión nocturna y otros detectores.
“Los productos anteriores solo servían como camuflaje visual”, declaró Sabri Ünlütürk, presidente de la compañía que está desarrollando el producto, en conferencia de prensa.
La “invisibilidad” es un objetivo que el Ejército de Estados Unidos ha buscado desde hace mucho tiempo. En este momento, las fuerzas armadas estadounidenses están patrocinando el desarrollo de un material de camuflaje denominado “Quantum Stealth”, el cual hace que el usuario se vuelva invisible a simple vista gracias a que dobla las ondas de luz que lo rodean.
Una empresa canadiense está liderando dicho esfuerzo, el cual, como el propio Quantum Stealth, es del máximo secreto. Investigadores israelíes también están trabajando en un “tapete de ocultamiento” que utiliza una tecnología deflectora de luz semejante.
La nueva tela turca no volverá invisibles a los soldados a simple vista; en cambio, permitirá que se desplacen sin ser detectados en áreas donde se utilizan gafas de visión nocturna o radares para rastreo de calor. No obstante, los expertos afirman que se trata de un logro importante que podría mejorar la capacidad militar.
“De tener éxito, sería una tecnología muy importante”, afirmó James Bilbro, consultor que investiga tecnologías militares, entrevistado porNewsweek.
Como miembro de la OTAN, Turquía ha manifestado que pretende exportar su nueva tecnología a otros miembros de la alianza militar; aunque, recientemente, la relación entre Ankara y la alianza intergubernamental se ha vuelto muy tensa.
Hace poco, OTAN tuvo que disculparse con Turquía después que Mustafa Kemal Atatürk –padre fundador de la nación- y el actual presidente Recep Tayyip Erdoğan, fueron inscritos, inexplicablemente, en una lista de “enemigos” durante los ejercicios militares de la OTAN en Noruega. En respuesta al incidente, Turquía retiró unos 40 soldados de los simulacros.
Por otra parte, Turquía ha sido atacada por miembros de la OTAN debido a su proyecto de adquirir el sistema de defensa aérea S-400 que fabrica Rusia, país que no figura entre los aliados de la OTAN. Funcionarios OTAN han sugerido que Turquía no podría usar, simultáneamente, tecnologías militares rusa y de la OTAN.
Diversos expertos han advertido que Turquía podría estar apartándose de sus aliados tradicionales para forjar vínculos más estrechos con miembros no OTAN como Rusia, China e Irán.
Sin embargo, algunos otros afirman que la reciente noticia coincide con el objetivo turco de incrementar sus exportaciones militares al tiempo que mantiene su relación estrecha con la OTAN.
“Erdogan ha estado fortaleciendo la industria turca de la defensa. Hace dos años, declaró que su objetivo era elevar las exportaciones a 25 mil millones de dólares anuales para 2023”, señaló Stephen Flanagan, importante político científico de Rand Corporation, en una declaración paraNewsweek.
“Turquía es un jugador en el mercado internacional de la defensa, y los turcos quieren mantener buenas relaciones con la OTAN”, añadió Flanagan. “Siguen tratando de demostrar que son buenos ciudadanos de la OTAN”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek