No hay duda que un terremoto golpeará Los Ángeles, la pregunta es cuándo.
“Hoy es un simulacro, mañana puede ser real”, dijo el alcalde Eric Garcetti.
Y tanto puede serlo que horas antes del terremoto de 7.1 que mató a 369 personas en México el 19 de setiembre se realizó un simulacro.
“Cuando un desastre natural llega necesitamos tener un plan. Es hora de ponernos serios, de tener un plan y practicarlo. Vimos las imágenes de México (…), eso nos podría pasar a nosotros”, añadió el edil.
La falla de San Andrés, de 1,300 km, pasa justo por la metrópoli californiana, donde mucha gente no está preparada para el llamado “The Big One”, “el gran” terremoto.
El 17 de enero de 1994, un sismo de magnitud 6.7 en Los Ángeles dejó 57 muertos y más de 8,700 heridos.
El ejercicio de este jueves -que se realiza por décimo año todos los 19 de octubre a las 10:19 (hora local)- simula un escenario de un terremoto de 7.8, con un estimado de 1,800 muertos y 213,000 millones de dólares en pérdidas en el sur de California.
En el museo de Historia Natural, un grupo de 10 niños de tercero de primaria participó del simulacro.
Entre ellos estaba Corina Méndez, de ocho años. Con pena recita la lección: “te agachas, colocas manos sobre tu cabeza y encaras una pared”.
Así lo hicieron sus compañeros, algunos bajo una mesa.
El simulacro sirvió además de entrenamiento para cuerpos voluntarios de emergencia. En un jardín al frente del museo, instalaron una zona de atención de heridos, divida en colores según gravedad: verde, amarillo y rojo, que es el de atención inmediata.