El violento presidente de Filipinas quiere ayudar a su homólogo estadounidense Donald Trump a contener a otro sanguinario: el dictador norcoreano Kim Jong-Un.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, dijo el domingo que él y Trump se centrarán en las amenazas nucleares de Kim durante su reunión programada para noviembre. Duterte, quien ha sido condenado en todo el mundo por sus brutales antecedentes de derechos humanos, dijo que incluso desea unirse a Trump y otros líderes para una conversación informal con Kim sobre la guerra nuclear.
“Estamos preocupados. Si algo puede salir mal, saldrá mal “, dijo Duterte a periodistas en Davao City, hablando en nombre de Trump. “Una guerra nuclear es totalmente inaceptable para todos”.
Duterte dijo que Corea del Norte sería la prioridad más alta en su primer encuentro con Trump, y que los dos líderes también planean hablar sobre terrorismo y tomar medidas enérgicas contra las drogas.
Ni Duterte ni Trump han indicado que discutirán la sangrienta fortaleza de Duterte en Filipinas, en donde se ha registrado la muerte de más de 7,000 personas desde el año pasado en una guerra contra los traficantes y consumidores de droga. Duterte ha negado cualquier mala acción de su parte, pero grupos de derechos humanos han dicho que muchos de los homicidios han sido extrajudiciales.
Tampoco está claro si Trump planea rechazar los sentimientos antiestadounidenses de Duterte, quien dijo el año pasado que quiere una “separación” diplomática con Estados Unidos a favor de las relaciones con Rusia y China.
A pesar de que los líderes y diplomáticos de todo el mundo han denunciado el reino de sangre de Duterte, Trump hasta ahora no le ha mostrado más que cumplidos.
Trump le dijo en mayo a Duterte en una llamada telefónica que estaba haciendo un “trabajo increíble en el problema de las drogas”, e incluso le extendió una invitación a la Casa Blanca. Trump se ha hecho un hábito en la oficina de elogiar a los líderes fuertes, como Duterte y el presidente ruso Vladimir Putin, mientras se niega a hablar en contra de la opresión de sus ciudadanos.
Trump tiene previsto reunirse con Duterte en Manila al final de una gira asiática de 11 días en noviembre, en la que también visitará Corea del Sur, Japón, China y Vietnam.
Duterte dijo que quería ver a Trump y Kim sentarse con los líderes de Japón y Corea del Sur, pero no hay planes para tal reunión. Dijo que Trump y otros líderes quieren hacer que Kim se dé cuenta de que “nadie lo está amenazando, de que no habrá guerra”, y que Estados Unidos retrocederá si Kim silencia sus propias amenazas de destrucción.
Corea del Norte será el tema principal de la gira, según la Casa Blanca, ya que se espera que Trump solicite ayuda a las naciones vecinas para contener las amenazas nucleares de Kim. Trump se ha estado apoyando fuertemente en otras naciones, particularmente China, para domar a Kim con sanciones y presiones diplomáticas a medida que Corea del Norte ha intensificado sus amenazas nucleares en Estados Unidos.
Duterte ha aparecido ansioso por derrotar a Kim, llamándolo “hijo de puta” y un peligro para otros países, pero no ha anunciado ninguna acción para repudiar al régimen.
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