Comenzó como una discusión infantil para Reed Tucker, quien puede recordar batallas escolares sobre quién era mejor, Marvel o DC Comics, o si Hulk podía darle una paliza a Superman. Pero la idea de un libro sobre los creadores de sus héroes de infancia no le llegó sino hasta 2016, cuando DC Entertainment, propiedad de Time Warner, amenazó con lanzar su muy esperada película de superhéroes Batman vs. Superman el mismo día que el éxito de taquilla de Marvel Studios, propiedad de Disney, Capitán América: Civil War. Internet estalló.
El resultado de Tucker, Slugfest: Inside the Epic 50-Year Battle Between DC and Marvel, resume la rivalidad entre estos gigantes, empezando cuando DC inventó al superhéroe en 1938, con Superman, seguido rápidamente por el debut en Marvel de la Antorcha Humana en 1939. La competencia se agudizó en la década de 1960, cuando Stan Lee, de Marvel, introdujo al superhéroe en el tipo de ansiedades del mundo real con las que se podían relacionar los estudiantes universitarios. Para mediados de la década de 1980, con la nueva versión de Batman y la publicación limitada deWatchmen en DC, esos mundos —en la página y tras bambalinas— se volvieron muy oscuros.
Hablamos con Tucker sobre Slugfest un mes antes de que Marvel y DC se enfrenten en los cines otra vez, esta vez con Thor: Ragnarok y Liga de la Justicia.-
-¿Tu apreciación de los cómics aumentó mientras trabajabas en el libro?
Oh, claro que sí. Es difícil transmitir cuán marginados han sido los cómics en casi toda su existencia. Eran considerados basura, desechables. En la década de 1950, el Congreso celebró audiencias sobre los efectos perjudiciales de leerlos. Así, me asombra ver que los cómics ahora están [arraigados] en la cultura principal. Los superhéroes dominan la taquilla y la TV, lo cual es aún más loco cuando se considera que muchos de los primeros personajes fueron hechos apresuradamente por escritores y artistas jornaleros quienes nunca se imaginaron que su trabajo sobreviviría más allá del mes en que el número estaba en los puestos de revistas. Pero ellos crearon algo tan padre, tan atractivo y cautivador, que henos aquí décadas después disfrutando esta cosa, aunque a menudo en medios fuera de los cómics.
-¡Incluso Martin Scorsese está haciendo una película del origen del Joker! ¿A qué se debe la profunda obsesión que tenemos por los superhéroes y supervillanos?
Parte de ellos es que los superhéroes son tratados de una manera madura en la pantalla, mientras que previamente eran considerados cosas de niños. La directora de DC en la década de 1970, Jenette Kahn, solía venderle ideas a Hollywood, solo para que le dijeran que las películas de superhéroes no atraerían a nadie fuera de los niños y los adultos mentalmente retrasados. Los estudios se reían de una película seria de Batman. Los ejecutivos de los estudios de hoy día crecieron en las décadas de 1980 y 1990, después de que los cómics se habían vuelto más inteligentes y más sofisticados. El estándar mejoró conWatchmen, de Alan Moore, en 1986, yBatman: El regreso del Caballero Oscuro, de Frank Miller, ese mismo año [ambos de DC]. Los efectos visuales de primera categoría también ayudan.
-DC y Marvel protegen ferozmente sus marcas. ¿Qué pasó cuando los contactaste por el libro?
Con mucha cortesía, no les interesaba participar en ello. Creo que lo entiendo, aun cuando el tema no es tan controversial.
-Aun así, te las arreglaste para entrevistar a 75 personas, incluidos Stan Lee, de Marvel, y el artista Neal Adams, quien ayudó a replantear a Batman como un justiciero violento y siniestro. ¿Hay alguien con quien te habría gustado hablar pero no lo hiciste?
Bill Jemas. Él fue presidente de Marvel a principios de la década de 2000. Él provenía de un trabajo en la NBA y le encantaban las rivalidades, y estaba determinado a redoblar la contienda. Resultó en el período más desagradable en la historia de Marvel vs. DC. Jemas incluso escribió una serie de cómics en 2002,Marville. Aparentemente, era una parodia de Superman, pero la única razón era atacar a la competencia. La primera página del No. 1 dice, en parte, “La Distinguida Competencia de Marvel (DC Comics) es dirigida por un hombre llamado Paul Levitz quien libra una batalla interminable para mantener oscuro su negocio”. Es difícil creer que Marvel publicó eso.
-¿Qué más te sorprendió?
Hubo varios casos de espionaje al paso de los años. El mejor fue probablemente en 1971, cuando DC sospechó que uno de sus empleados filtraba secretos a revistas de fans y a Marvel. El director de DC lanzó una verdadera operación de contraespionaje, con el nombre clave Blockbuster, en la que creó un memorando falso sobre los planes de la compañía de publicar cómics gigantescos de 500 páginas. Luego lo dejó en su bandeja de salida. Huelga decirlo, el espía picó la carnada, y pronto se hablaba en Marvel de hacer cómics de 500 páginas.
Marvel y DC tenían maneras creativas de minarse uno al otro. Por ejemplo, Marvel introdujo un personaje en 1964 llamado Wonder Man que cabreó a DC, quienes pensaban que sonaba demasiado parecido a Wonder Woman. Por lo que Marvel aceptó matar a Wonder Man. Luego DC reveló a una heroína llamada Power Girl pocos años después de que Marvel introdujo a Power Man, por lo que Stan Lee se desquitó reviviendo a Wonder Man. Una de las pocas veces en que las compañías colaboraron, bastante extraña, es en la marca registrada de la palabra superhéroe. DC y Marvel solicitaron conjuntamente la propiedad y todavía demandan a la gente que trata de usarla.
También hubieron “guerras de talentos”, compitiendo por estrellas como Len Wein, creador de Wolverine, quien murió el mes pasado.
Sí. Durante los años de auge —finales de la década de 1980 y principios de la de 1990—, algunos de los principales escritores y artistas amasaban millones. Chris Claremont, escritor deX-Men, ¡literalmente se compró un avión!
Antes de ser adquiridas por conglomerados, las editoriales tenían culturas muy diferentes. ¿Dónde te habría gustado trabajar?
Sin duda: Marvel. Ellos siempre han tenido una cultura más desenfadada, con encuentros de lucha libre y bobas luchas con cuerdas en los pasillos. DC era estirada. Alguien describió las oficinas como sacadas de Mad Men.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek