El Pentágono “apoya totalmente” los esfuerzos del secretario de Estado, Rex Tillerson, para hallar una solución diplomática a la crisis nuclear en Corea del Norte, dijo este martes el secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis.
“El Departamento de Defensa apoya totalmente los esfuerzos del secretario Tillerson para hallar una solución diplomática”, dijo Mattis ante una comisión del Congreso.
Al mismo tiempo, el ejército estadounidense “está concentrando sus esfuerzos en la defensa de Estados Unidos y sus aliados”, agregó.
Mattis pareció contradecir al presidente Donald Trump, quien dijo el domingo que Tillerson estaba “perdiendo su tiempo” al intentar conversar con el régimen de Kim Jong-Un.
Preguntado sobre esto, el jefe del Pentágono aseguró que en el gobierno estadounidense no había “discrepancias” sobre la cuestión norcoreana.
“Las instrucciones que el presidente Trump nos dio a Tillerson y a mí son muy claras: debemos continuar los esfuerzos diplomáticos con diversas iniciativas con China e impulsar sanciones, sanciones económicas para mantener todo esto en el marco diplomático”, dijo.
Funcionarios del Departamento de Estado insisten en que Trump no criticó a Tillerson, sino que presionaba a Pyongyang a aceptar una negociación sobre un desarme de su arsenal nuclear antes de que la opción diplomática sea retirada de la mesa.
Según Tillerson, su estrategia comprendería el uso de sanciones de Estados Unidos y Naciones Unidas junto con la presión internacional para convencer a Kim de su aislamiento y forzarlo a negociar un desarme nuclear.
Funcionarios de Estados Unidos insisten públicamente que cuentan con opciones militares para contrarrestar la amenaza de Pyongyang si la diplomacia falla, pero en privado admiten que son arriesgadas.
Tensiones
Pero la aparente contradicción de intenciones entre la Casa Blanca y la diplomacia estadounidense no ofrece una visión despejada de la posición de Washington ante una crisis que ha escalado en las últimas semanas, luego que Corea del Norte realizó su sexto y más potente ensayo nuclear y disparó dos misiles sobre Japón.
“Le dije a Rex Tillerson, nuestro maravilloso secretario de Estado, que está perdiendo su tiempo intentando negociar”, dijo Donald Trump el domingo en Twitter, mientras el jefe del Departamento de Estado regresaba de reunirse con el líder chino, Xi Jinping, en Pekín.
“¡Conserva tu energía, Rex, haremos lo que debe hacerse!”, añadió, aparentemente sugiriendo que una opción distinta a la diplomática estaba sobre la mesa.
En China, principal aliado de Corea del Norte, Tillerson dijo a periodistas que estaba “sondeando” si Pyongyang estaba lista para conversaciones sobre la desnuclearización de la península coreana.
“Tenemos líneas de comunicación con Pyongyang. No estamos a oscuras. Tenemos un par o tres canales abiertos con Pyongyang. Podemos hablar con ellos, de hecho les hablamos”, dijo.
Esa revelación pareció haber forzado la reacción de Trump, que a su vez reanudó los rumores de tensiones entre el presidente y Tillerson, exjefe de la petrolera ExxonMobil.
Respecto de esos canales de comunicación con Pyongyang, “todo lo que hacemos es sondearlos. Nosotros no discutimos con ellos”, dijo Mattis ante la comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.
El lunes la Casa Blanca descartó un diálogo con Pyongyang, excepto para facilitar el regreso de estadounidenses detenidos por el régimen de Kim Jong-Un, desechando nuevamente la apertura de “canales de comunicación” entre ambos países sugerida por Tillerson.
No es la primera vez que Trump, que amenazó hace unas semanas ante Naciones Unidas con una “destrucción total” de Corea del Norte, parece expresar una postura disonante con miembros de su gobierno sobre este asunto.
A finales de agosto, al día siguiente del lanzamiento por parte de Pyongyang de un misil que sobrevoló Japón, el presidente dijo que discutir con Corea del Norte “no es la solución”.
Horas más tarde, el propio Mattis dijo: “Nunca estamos cortos de soluciones diplomáticas”.
Washington, respaldado por la mayor parte de la comunidad internacional, considera inaceptable el programa balístico y nuclear de Pyongyang, lo que en las últimas semanas ha dado lugar a una escalada verbal entre Trump y Kim, que algunos temen derive en acciones militares.