Un grupo de médicos venezolanos protestó el lunes enfrente de la oficina de la Organización Mundial de la Salud en Caracas, argumentando que la agencia no hace lo suficiente para presionar al gobierno de Nicolás Maduro y solicitar asistencia adicional, mientras el país sudamericano lucha con una escasez de medicinas de casi el 85 por ciento.
Los médicos venezolanos enfrentan una serie de retos, desde una infraestructura hospitalaria dañada hasta vacunas y antibióticos insuficientes que fácilmente podrían controlar enfermedades como la difteria y el sarampión, según Reuters. Para remediar algunos de estos problemas, la administración de Maduro aumentó el salario mensual de los médicos en 50 por ciento en marzo, de 71.2 dólares a 106.8 dólares. Pero para muchos, este es un aumento despreciable a causa de la hiperinflación en Venezuela —la cual ya está próxima a 1,600 por ciento este año, según el Fondo Monetario Internacional—, dificultándoles a los médicos llegar a fin de mes.
Los problemas económicos de Venezuela han obligado a algunas médicas y otras profesionistas a convertirse en sexoservidoras, según un reporte reciente de The Miami Herald. Los burdeles a lo largo de la frontera entre Colombia y Venezuela, en especial aquellos ubicados en el río Arauca, han presenciado un aumento de venezolanas vendiendo sus cuerpos por 25 dólares la hora.
“Tenemos muchas profesoras, algunas médicas, muchas profesionistas y una ingeniera petrolera”, dijo un residente de Arauca a The Miami Herald. “Todas ellas se presentaron con sus títulos en mano [desde Venezuela]”.
Un reporte de enero de 2017 hecho por BBC Mundo halló que en el municipio colombiano de Saravena, Arauca, un departamento que comparte fronteras con Venezuela, casi 200 venezolanas han optado por la profesión más antigua del mundo con la esperanza de comprar comida y otros productos básicos. El reporte más reciente del grupo Asociación de Mujeres Hallando la Libertad reveló que casi 6,500 venezolanas se han convertido en sexoservidoras en Colombia.
Docenas de médicos y activistas también protestan durante la 29ª Conferencia Sanitaria Panamericana de la Organización Panamericana de la Salud en Washington D.C. esta semana, instando a la agencia a añadir más presión sobre la administración de Maduro. “Hay una actitud cómplice porque no han denunciado las cosas”, dijo un médico venezolano a Reuters. “[Venezuela] es un país insostenible, y nadie está prestando atención”.
La Organización Panamericana de la Salud, la oficina regional de la OMS, publicó una declaración en español diciendo que reitera su compromiso de colaborar con su oficina venezolana. “La organización reitera su disposición a escuchar, hablar y trabajar con todas las partes involucradas en el campo del cuidado a la salud en Venezuela para unir esfuerzos y mejorar la salud de la población venezolana”.
Conforme la crisis económica alimenta una emigración masiva, los problemas de salud de Venezuela podrían ser exportados a otros países porque quienes se marchan podrían portar patógenos en período de incubación, dijeron médicos a Reuters.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek