El presidente mexicano Enrique Peña Nieto llega a su Quinto Informe de Gobierno asediado por frentes que a lo largo de su administración han mermado su popularidad y la confianza de las personas por escándalos de corrupción que han protagonizado exfuncionarios y tres de los gobernadores de la generación que el mandatario bautizó como el “nuevo PRI”, la violencia desbordada y una escalada inflacionaria.
En este último año, los exgobernadores de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa; de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, quienes tiempo atrás presumían su cercanía con el presidente mexicano, han sido arrestados por casos de corrupción. Otro de los exmandatarios, César Duarte Jáquez de Chihuahua, a quien Peña Nieto incluyó junto a Duarte de Ochoa y Borge en una nueva generación de gobernadores, se encuentra prófugo por las mismas acusaciones.
También destaca el caso de Emilio Lozoya Austin, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) y uno de los hombres de confianza de Peña Nieto, quien ha sido involucrado en el escándalo internacional de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht. Exdirectivos de esta empresa lo han señalado de recibir 10 millones de dólares en sobornos, una ocasión que el exdirectivo de la petrolera mexicana ha negado.
En esta materia, la administración de Peña Nieto también ha sido cuestionada por el abandono en el que se encuentra el Sistema Nacional Anticorrupción, cuyo Fiscal General no ha sido designado. Este organismo fue creado en respuesta al escándalo que protagonizó el Ejecutivo Federal tras la revelación de que su esposa, Angélica Rivera, adquirió una propiedad, la llamada Casa Blanca, a un contratista del gobierno federal.
Con respecto a la violencia que ha impactado a México desde la declaratoria de “guerra” que hiciera en 2006 el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, las cifras oficiales del Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que de mantenerse la tendencia actual en las cifras de homicidio doloso, 2017 será el año más violento de las últimas dos décadas.
Otros frentes le han significado un desgaste a la actual administración, como la escalada inflacionaria.
La administración de Peña Nieto inició con una inflación en 3.57 por ciento, dentro de la meta del Banco de México del 3 por ciento +/- un punto. Sin embargo, en la primera quincena de agosto el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 6.59 por ciento en términos anualizados, impulsado por el gasolinazo, con lo que quedó expuesta la volatilidad que no se ha conseguido erradicar en la variable, como explicó el director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño.
Otra situación que ha mermado la imagen del presidente mexicano ha sido el desgaste diplomático entre México y Estados Unidos. Desde que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos ha empleado un discurso beligerante en el que ha puesto a tambalear el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y mediante el cual ha asegurado que México pagará por un muro que el magnate neoyorquino pretende erigir en la frontera sur de EE.UU. La respuesta del gobierno mexicano ha sido criticada sobre todo por la pasividad frente al discurso del ocupante de la Casa Blanca.
Este sábado, el presidente mexicano dará un mensaje en Palacio Nacional con motivo del quinto Informe de Gobierno. En el evento se prevé la presencia de unos mil 500 invitados. En tanto, la tarde de este viernes, el mandatario federal enviará el documento al Congreso.