La Cámara Mexicana de la
Industria de la Construcción (CMIC) y la Cámara Nacional de la Industria de
Desarrollo y Promoción de la Vivienda (CANADEVI), hicieron un llamado a la
Secretaría de Economía, a la Comisión Federal de Competencia y a la Secretaría
de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (SEDATU) para organizar una mesa de
revisión que determine las razones reales del incremento del cemento.
El aumento anunciado por la
industria cementera (seis cementeras únicas en todo el país) a inicios de la
semana pasada fue con carácter de irrevocable, sin justificación alguna y sin
una consulta previa entre los integrantes de las cámaras empresariales
vinculadas con el tema de la construcción.
Según el INEGI, en tres años
(entre 2014 y 2017) el costo del cemento tuvo un aumento del 49.3% y la
industria cementera pretende implementar en menos de seis (en lo que va de este
2017) un incremento del 25%, 13% autorizado a principios del año y el otro 12%
que estará vigente a partir del primero de julio).
Desde la perspectiva del sector
empresarial dedicado a la construcción, la más afectada será la población
porque ante estos incrementos se reducirá la obra pública (pavimentación,
vivienda y demás acciones); además de que desmotivarán la participación de la
iniciativa privada en las licitaciones porque los costos reducen a su vez los
márgenes de ganancia.
“El impacto es a la sociedad
porque a nosotros nos aumentan los costos y aumentamos los valores de venta y habrá
gente que siga comprando, punto, se ajusta toda la cadena, pero termina siendo
el cliente final el que paga”, precisó Axel Espinoza Teubel, representante
estatal de CANADEVI, en Aguascalientes.
Espinoza Teubel argumentó que a
partir del Acuerdo de Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía
Nacional, este incremento no parece tener razón alguna, pues no hay factores
externos que incidan en el incremento de este insumo.
Los empresarios reconocieron que
si bien el cemento no es el único insumo que impacta el costo de la obra
pública y particularmente de la vivienda, sí es uno muy significativo; además
de que al ser México productor de este producto, no existe una justificación
real salvo por intereses particulares de la propia industria.
En particular, Francisco Romero
David presidente de CMIC en Aguascalientes lamentó que CEMEX haya tomado la
decisión de separarse de las cámaras empresariales que manifestaron
públicamente su descontento por el incremento del cemento.
Los presidentes de las cámaras no
quisieron calificar como corrupción esta situación, pues tendría que ser la
autoridad a partir de una investigación quien en todo caso determinara con
precisión los motivos de estos aumentos, y en caso de que efectivamente sean
improcedentes busque llegar a una realidad favorable para todos.
“Que no sea un tema beneficio de
una empresa que probablemente la empresa tendrá sus propias razones para hacer
los aumentos, pero entender si esas razones son por una deuda en dólares que se
les complicó… estoy especulando, pero precisamente no somos nosotros, ni
CANADEVI, ni CMIC los que podemos argumentar cuales son las razones”.
Para Espinoza Teubel quizá la
conclusión sería que México se abriera a la importación de cemento para tener
un valor más competitivo que generaría un beneficio en los productos finales
fabricados a partir del cemento.