La primera ministra Theresa May anunció este viernes que formará un nuevo gobierno para llevar a cabo el Brexit, pese a haber dilapidado la mayoría absoluta conservadora en unas elecciones tras las cuales se multiplicaron los llamamientos a su dimisión.
“Este gobierno guiará a nuestro país en las negociaciones cruciales sobre el Brexit que empezarán en diez días y responderá al deseo de los británicos de llevar a cabo con éxito la salida de la Unión Europea”, afirmó.
En su breve declaración ante los periodistas, la primera ministra explicó que para ello contará con el apoyo de los unionistas norirlandeses del DUP, que obtuvieron diez escaños. Sumados a los 318 de los conservadores, sumarían 328, la mitad de la cámara más dos diputados.
Tras las negociaciones pertinentes, May se someterá a una moción de confianza en el Parlamento.
De no superarla, posiblemente presentaría su dimisión y la reina invitaría entonces al líder del primer partido de oposición, el laborista Jeremy Corbyn, a formar ejecutivo.
Los laboristas, que a falta de un escaño por atribuir, tenían 261 diputados, podrían lograr el apoyo de los Liberal Demócratas y los nacionalistas escoceses.
El cataclismo conservador prolonga el año turbulento de la política británica desde que el país votó inesperadamente a favor de la salida de la Unión Europea en junio de 2016.
“En resumen, es un auténtico jaleo”, dijo a la AFP Angus, un británico de 43 años que llegaba a la estación londinense de Euston para ir a trabajar.
Pero sobre todo, se trata de un fracaso personal de May, que disponía de una mayoría de 17 escaños en el parlamento y convocó las elecciones anticipadas pidiendo una mayoría más amplia para negociar el Brexit en posición de fuerza.
Tras conocerse el resultado, Corbyn exigió la renuncia de May: “Perdió escaños conservadores, perdió votos, perdió respaldo y perdió confianza. Yo diría que es suficiente para marcharse”.
May dijo que sólo los conservadores son capaces de garantizar la estabilidad que necesita el Reino Unido en tiempos difíciles.
“El país necesita un período de estabilidad y cualquiera sean los resultados, el Partido Conservador garantizará que podamos cumplir esa tarea de asegurar la estabilidad”, afirmó.
Sin embargo, figuras de su partido, como la exministra Anna Soubry, habían considerado que May debía pensar en una renuncia debido a que se “encuentra en una situación muy difícil”.
El ex ministro de Finanzas conservador George Osborne dijo que “es totalmente catastrófico para los conservadores y para Theresa May”.
El resultado de las elecciones provocó una caída de la libra en el mercado de Nueva York, tanto frente al dólar como al euro.
“Al parecer va a haber inestabilidad y para el gobierno británico será difícil negociar el Brexit con una posición firme”, comentó Tony Travers de la London School of Economics (LSE).
Las portadas de los diarios del viernes reflejaban la sorpresa: “Colgando de un hilo” (Daily Mirror, con una foto de May), “Mayhem” (“caos”, The Sun, haciendo un juego de palabras con el apellido de la primera ministra), “Shock” para May (The Guardian y el Daily Telegraph).
Es “un desastre para Theresa May. Su liderazgo será cuestionado y recibirá presiones para dimitir”, dijo a la AFP Ian Begg, experto en política de la LSE.
Adelantando las elecciones de 2020, “ha perdido su apuesta”, estimó Paula Surridge, de la Universidad de Bristol.
En contraste, el laborista Corbyn, por el que nadie daba mucho, sale muy reforzado mejorando los resultados de su predecesor Ed Miliband en 2015.
Otros grandes derrotados son los independentistas escoceses del SNP, que perdían 21 diputados de los 56 que tenían y ven considerablemente debilitada su aspiración a un segundo referéndum de independencia.
El hombre que condujo al primer referéndum, Alex Salmond, perdió incluso su escaño en la circunscripción escocesa de Gordon en favor de los conservadores.
‘Nunca más un referéndum sobre nada’
Por su parte, el líder del partido antieuropeo UKIP (Partido para la Independerncia del Reino Unido), Paul Nuttall, anunció este viernes su dimisión al no conseguir ni un escaño en las elecciones.
“Tiene que empezar una nueva era con un nuevo líder”, dijo, al anunciar una renuncia que abre la puerta al regreso del polémico Nigel Farage, una de las caras visibles de la exitosa campaña a favor del Brexit.