El polémico presidente filipino, Rodrigo Duterte, ha dado paso a una nueva polémica tras afirmar a las fuerzas armadas que él será el responsable de las consecuencias de la ley marcial que ha entrado en vigor en la región sur de Mindanao en respuesta a los combatientes que arrasaron una ciudad del sur y sembraron el caos agitando banderas negras del grupo yihadista Estado Islámico.
“Para esta ley marcial, sus consecuencias y sus ramificaciones, yo y solo yo seré responsable. Simplemente hagan su trabajo. Yo manejaré el resto… Seré encarcelado por ustedes. Si violan a tres [mujeres], diré que lo hice yo”, declaró Duterte durante un discurso en una base militar para levantar los ánimos de las tropas, encargadas de sofocar lo que según él es una creciente amenaza del terrorismo islamista.
El presidente Rodrigo Duterte decretó la ley marcial en toda la región de Mindanao, unas horas después de que los islamistas comenzasen a sembrar el caos en la localidad de Marawi, el martes. El presidente filipino dijo que los combatientes estaban planeando establecer un califato para el EI en todo Mindanao, de 20 millones de habitantes, y que la ley marcial era la única manera de aplastar la rebelión.
Las autoridades filipinas afirmaron este viernes que hay extranjeros entre los islamistas afines al grupo yihadista Estado Islámico que combaten a las fuerzas de seguridad en el sur de Filipinas, donde el balance en cuatro días de enfrentamientos ascendió a 46 muertos.
Rodrigo Duterte, de 72 años, ganó fácilmente las elecciones presidenciales el año pasado presentándose como un candidato cercano a los filipinos, y utilizando a menudo el lenguaje popular plagado de vulgaridades.
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