El exdictador panameño Manuel Antonio Noriega se encuentra en una situación crítica al sufrir un sangrado tras haber sido operado este martes de un tumor cerebral.
Noriega fue operado de un tumor benigno en el hospital público Santo Tomás en la capital panameña, pero después de la cirugía tuvo un sangrado cerebral, por lo que volvió a ser intervenido.
“El sangrado se pudo detener, pero [Noriega] debe estar por lo menos cinco días en sedación para que se vaya recuperando… Después de una segunda operación a cráneo abierto en menos de ocho horas, la situacion es delicada y su estado es crítico”, dijo Ezra Ángel, abogado del general.
Noriega fue excarcelado temporalmente de la prisión El Renacer, a orillas del Canal de Panamá, el 28 de enero para ser operado. Eduardo Reyes, médico personal del militar, dijo que se trataba de un “paciente de alto riesgo”, debido a su avanzada edad y a otras dolencias que padece.
El general fue derrocado en 1989 tras una invasión militar estadounidense. Posteriormente estuvo preso por narcotráfico y blanqueo de capitales en Estados Unidos y Francia, este último país lo extraditó en 2011 a Panamá.
Noriega cumple en su país tres condenas por la desaparición y asesinato en 1985 del opositor Hugo Spadafora; del militar Moisés Giroldi, muerto tras rebelarse contra él en 1989; y por la llamada masacre de Albrook, en la que varios militares murieron después de sublevarse ese último año.
Sus familiares han pedido sin éxito en reiteradas ocasiones que se le conceda arresto domiciliario definitivo por haber sufrido varios derrames.