Mosul.— Residentes iraquíes evacuan Mosul, durante una ofensiva de las fuerzas de seguridad para recuperar la ciudad de manos del Estado Islámico, el pasado 2 de marzo. Unos 28,000 civiles huyeron de la parte oeste de esta ciudad en los primeros diez días de la operación lanzada por las fuerzas iraquíes para expulsar a los yihadistas que aún oponían una feroz resistencia. “Tenemos mucha hambre, no hemos comido prácticamente nada en cuatro días”, dijo Widaa, una joven de veinte años que consiguió huir de la ciudad asediada. Ella forma parte de los “28,400 habitantes de Mosul Oeste desplazados desde el comienzo de la ofensiva”, el 19 de febrero, informó el miércoles en un comunicado la oficina de la ONU que coordina la ayuda humanitaria en Mosul. Estos desplazados solo representan, no obstante, una pequeña parte de los casi 750,000 habitantes presentes en la parte oeste de la segunda ciudad de Irak y último gran feudo del Estado Islámico en el país. La nueva etapa en la batalla de Mosul comprende la toma de la parte oeste, pero a medida que las fuerzas iraquíes avanzan, los combates provocan un éxodo cada vez mayor de los civiles.