A más de una semana del asesinato de Kim Jong Nam, el medio hermano de 45 años del líder norcoreano Kim Jong Un, los observadores siguen preguntándose cómo murió, exactamente. A decir de los reportes noticiosos, Kim falleció poco después que dos mujeres frotaran o rociaran una sustancia en su rosto cuando se encontraba en el aeropuerto de Kuala Lumpur, el 13 de febrero. El extraño homicidio ha escalado las tensiones entre Malasia y Corea del Norte, y derivado en una investigación internacional para averiguar quién está detrás del asesinato. Corea del Sur ha acusado del hecho a su vecino del norte, que niega toda participación.
Muchos creen que Kim fue envenenado. Pero ¿con qué? ¿Y por qué fueron necesarias dos presuntas asesinas? De igual manera, si las dos sospechosas tenían el veneno en sus manos, ¿cómo es posible que sigan vivas? Malasia no ha publicado los resultados de la autopsia, pero varios expertos en toxicología y venenos han propuesto algunas teorías de lo que pudo ocurrir.
John Trestrail, toxicólogo forense y autor de un libro sobre envenenamientos homicidas, dijo que es teóricamente posible crear un “veneno binario” con dos sustancias químicas que serían inocuas por separado, pero mortíferas al combinarse (lo cual explicaría que ninguna de las mujeres resultara lesionada). No obstante, duda mucho de esta posibilidad. “He estudiado más de mil casos de [asesinato con veneno] y no se me ocurre alguno” en que emplearan semejante estrategia, señala.
Existen varios tipos de venenos que pueden ser mortíferos al absorberse por la piel o inhalarse en cantidades minúsculas, pero Trestrail se negó a mencionar ejemplos específicos. “No estoy dispuesto a divulgar esa información; no quiero ponerla en manos de cualquiera”, insistió. Tampoco tiene conocimiento de envenenamientos mortales que hayan utilizado una sustancia química absorbida por la piel, si bien está al tanto de algunos intentos fallidos con ese método.
Hay varios agentes neurotóxicos que pueden matar mediante la absorción o inhalación de pequeñas cantidades, como sarín, somán y VX, apunta Paul Wax, médico y director ejecutivo del Colegio Estadounidense de Toxicología Médica. La policía de Malasia ha informado este viernes de que el gas nervioso VX se utilizó para matar a Kim Jong Nam, tras un análisis preliminar del material recogido de hisopos faciales de la víctima.
Por supuesto, agrega Wax, si esas sustancias se usaron en el asesinato de Kim, el homicida habría tenido cuidado de no ponerlas en su piel, y quizás habría usado guantes. Esas sustancias químicas suelen actuar interfiriendo con las señales nerviosas, y causan la muerte interrumpiendo la respiración y/o causando un colapso violento del sistema nervioso.
Sin embargo, otros expertos cuestionan esta posibilidad, ya que los agentes neurotóxicos pueden ser difíciles de contener y a menudo causan irritación extrema y ampollas. Y al parecer, a juzgar por las fotografías, este no fue el caso, interpone Bruce Goldberger, toxicólogo médico del Colegio de Medicina de la Universidad de Florida.
Otro sospechoso posible es el cianuro. Este antiguo veneno es mortal en cantidades pequeñas, y ciertas preparaciones pueden absorberse a través de la piel. Además, el cianuro puede convertirse en un gas mortífero al mezclarse con un ácido, explica Greene Shepherd, doctor en farmacéutica y profesor de la Universidad de Carolina del Norte.
Goldberger, el toxicólogo de la Universidad de Florida, dice que las presuntas agresoras pudieron haber utilizado carfentanil, un opioide sintético en extremo potente, que es 10,000 veces más fuerte que la morfina y puede causar la muerte en cantidades pequeñísimas. Si las mujeres hubieran tomado un antídoto, llamado naloxona, podrían haberse protegido de la exposición cutánea (hay algunas evidencias de que, en 2002, el ejército ruso utilizó carfentanil en aerosol para someter a los chechenos armados que tomó como rehenes en un teatro de Moscú).
Otras posibilidades son las sustancias naturales, como tetrodotoxina y saxitoxina, producidas por el pez globo y las algas, respectivamente, sugiere Mazda Shirazi, toxicólogo de la Universidad de Arizona. Estas poderosas neurotoxinas pueden absorberse por la piel o inhalarse.
Claro está, hasta que se den a conocer los resultados de la autopsia, y se disponga de más información sobre lo que ocurrió a Kim en el lapso posterior al ataque, será imposible saber qué lo mató. Como dice Trestrail, el toxicólogo forense: necesitamos “dar un vistazo a la víctima, porque allí es donde se encuentra el secreto”.