El actor colombiano más reconocido de los últimos años se pone la boina de uno de los líderes más polémicos que ha gestado América Latina para interpretar a Hugo Chávez en la serie El Comandante, que inicia su transmisión en exclusiva el 31 de enero por TNT. En exclusiva para Newsweek en Español, Andrés Parra conversa sobre los retos de encarnar al hombre que llevó a Venezuela de la bonanza petrolera a la ruina económica.
—¿Qué te deja como ser humano el haber interpretado a Hugo Chávez?
—Aún lo sigo procesando, pero me ha dado un conocimiento más amplio de la política en los países de América Latina. Sin duda hay un Andrés Parra mucho menos ingenuo y más claro en cómo funciona el poder, en cómo funciona la política, los medios, las corporaciones, los líderes, la oposición, los contrapesos, los bancos… en fin, soy mucho menos ingenuo ahora.
Parra confiesa que la grabación de la serie ha sido extenuante, pero que, a la vez, ha representado el reto más importante de su carrera artística, tanto por la exigencia del personaje como por la realidad que representa.
—¿Como actor es complejo adentrarse en la psique de Chávez?
—Fue un trabajo enorme. Es un personaje totalmente alejado de mi realidad; para hacerlo tuve que sortear un proceso maravilloso de investigación, de estudio, de riesgo… Yo me siento muy afortunado de haber tenido la responsabilidad de encarnar a Chávez en El Comandante.
Con un look que asemeja al personaje animado de Mi villano favorito, ya que se encuentra grabando escenas que corresponden a la última etapa de la vida de Hugo Chávez en la que padece cáncer de colon, Andrés Parra asegura que personificar al expresidente venezolano fue un descubrimiento absoluto, ya que no lo conocía más allá de lo que decían los medios.
—¿La última reflexión que has hecho sobre Hugo Chávez?
—Me deja la gran reflexión de cómo un niño campesino llega a convertirse en el líder político en que se transformó el comandante, ese tránsito es el que más me llama la atención, no solo como actor, sino como persona.
“Como pasan las cosas, ¿no?”, cuestiona y se responde: “Estos ejemplos de superación y hasta dónde fue capaz de llegar. Es tenebroso”. Siguiendo un proceso de reflexión, el actor se cuestiona si los seres humanos están preparados para ejercer posiciones tan poderosas.
“…La fama y el poder son una cosa muy peligrosa. Cómo es de frágil el ser humano ante el poder, y esto incluye a políticos, cardenales, futbolistas, actores, etcétera”, advierte.
“El poder es capaz de transformarte para bien o para mal”, sentencia Parra, quien interpretó al Anestesia en la serie El cártel de los sapos, y con resignación afirma que es muy difícil salir siendo la misma persona después de transitar por esos senderos.
—¿Al final, lo excusas o lo acusas?
—Ni lo uno ni lo otro, lo que hay es una percepción de Latinoamérica, de los líderes políticos y de nosotros mismos como cómplices de nuestra falta de participación y conformismo…
Con Chávez en Venezuela fue similar a lo que pasó con Escobar en Colombia… Seguimos igual, solo aprendimos un poco de mañas, y ahí estamos, ha sido un proceso muy decepcionante, asegura el actor que encarnó al narcotraficante colombiano en la serie Pablo Escobar, El patrón del mal.
Aunque, al último, deja una ventana abierta a la dignidad: “El Comandanteme deja también una fuerte admiración por las personas que no se dejaron seducir por el poder, a esa ‘gente digna’ que pudo montarse en la ola, pero la rechazaron por creer en sus ideales”.