De enero a julio de 2016, la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) reconoció 11 feminicidios cometidos en la entidad, los cuales se han perpetrado en las regiones Tulancingo-Tizayuca-Tula, señaló el fiscal Alejandro Straffon Ortiz.
La violencia intrafamiliar, afirmó, es una “constante” en la comisión de estos crímenes: el asesinato violento de mujeres.
Straffon dijo que no todas las muertes femeninas pueden considerarse feminicidio, pues “hay situaciones como accidentes automovilísticos” que no son sujetas a esa tipificación.
De acuerdo con especialistas, para que el asesinato de una mujer sea considerado un feminicidio, el crimen debió ser motivado por odio, desprecio, placer o sentido de posesión hacia las mujeres.
Durante 2015, la asociación Servicios de Inclusión Integral (Seinac) reportó 32 asesinatos violentos que pueden ser tipificados. “De las cuales, únicamente de 12 (víctimas) se conocen sus nombres y las otras 20 mujeres se encuentran en calidad de desconocidas”.
El rango de edad de las víctimas asesinadas se encuentra entre 17 y 73 años.
En sólo 29 por ciento de los casos, señala la organización, hubo detención del victimario y se le puso a disposición de las autoridades. Además, 40 por de las víctimas mantenía una relación directa con su homicida.
El reporte de la Seinac coincide con la afirmación del procurador del estado que establecer a Tula, Tepeji del Río, Mixquiahuala, Ixmiquilpan, Progreso de Obregón, Tepatepec, Tulancingo de Bravo y Tizayuca como la franja de feminicidios en Hidalgo.
Desde 2013, este delito se encuentra tipificado en el Código Penal de Hidalgo, con condenas de 30 a 50 años de prisión.