Cinco años después del último despegue de astronautas de la NASA
desde Cabo Cañaveral, en Florida, hacia la Estación Espacial Internacional, un
nuevo grupo se prepara para el viaje, en esta ocasión en una nave espacial
comercial.
Los astronautas veteranos Eric Boe y Sunita Williams utilizaban el martes simuladores para practicar el acoplamiento de la nave Starliner CST-100 de Boeing Co. en la estación espacial. La sesión se celebró cerca del aeropuerto internacional de Lambert-St. Louis.
Para la astronauta Sunita Williams este es un nuevo capítulo, muy emocionante para Estados Unidos y su programa espacial ya que se enfoca nuevamente en el futuro y la planificación para las nuevas generaciones.
El costo de un viaje en una nave espacial privada estadounidense será de 58 millones de dólares, más barata que la de Rusia de 76 millones de dólares de acuerdo con la NASA.
Estados Unidos no ha gestionado un lanzamiento tripulado desde que el Atlantis despegó para la última misión de transbordadores en 2011. La NASA quiere centrarse en llevar astronautas a Marte y otros destinos.
La agencia espacial paga ahora a Rusia por
el transporte de astronautas a la estación espacial, pero ha contratado a
Boeing y SpaceX para que asuman esa tarea.
Ambas empresas esperan comenzar los vuelos
de prueba a finales de 2017.