Al menos 235 muertos, mil 557 heridos y destrozos considerables en varias provincias costeras y zonas turísticas es el saldo que hasta el momento ha dejado el sismo de 7.8 grados que azotó este sábado a las 19:00 horas a Ecuador. En 40 años no se había registrado un terremoto de dicha magnitud en esta nación.
SOLIDARIDAD INTERNACIONAL
Esta mañana, el papa Francisco pidió por los ecuatorianos
durante su oración de Regina Coeli.
“Un violento terremoto ha golpeado a Ecuador, causando
numerosas víctimas y graves daños. Roguemos por su población. Que la ayuda de
Dios y de sus hermanos les dé fuerza y consuelo”, dijo el pontífice.
Asimismo, el secretario estadounidense de Estado, John
Kerry, ofreció sus condolencias y afirmó la voluntad de Washington de asistir a
las autoridades de ese país.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini,
expresó la solidaridad de la UE y anunció que se activó el mecanismo de
protección civil para ofrecer apoyo.
Por su parte, el gobierno español lamentó “las consecuencias
catastróficas” del potente sismo. En un comunicado expresó “sus condolencias a
los familiares de las víctimas” y expresó “sus profundos sentimientos de
solidaridad a todos los afectados, al pueblo y a las autoridades de Ecuador”.
“En estos difíciles momentos, el pueblo español se
solidariza con el ecuatoriano y desea expresarle todo su ánimo y apoyo”, dijo Mariano
Rajoy, presidente del gobierno en funciones, en una carta dirigida a Correa.
Según David Rothery, profesor de ciencias planetarias en la
Open University del Reino Unido, el terremoto de Ecuador, que también se sintió
en el sur de Colombia y en Perú, se produjo en tierra y la energía total liberada fue
alrededor de 20 veces mayor que la del sismo en Japón.
“No existe una relación causal entre los terremotos de
Ecuador y Japón. Alrededor de veinte terremotos de magnitud 7 ocurren cada año
en el mundo”, señaló el experto.
Información de AFP.