El trabajo de Andrés Sepúlveda y su
equipo de hackers consistió básicamente en robar estrategias de campaña,
manipular redes sociales, crear cuentas falsas en redes e instalar un software
espía en las oficinas de la oposición para ayudar al candidato priista, Enrique
Peña Nieto, a ganar las elecciones.
“Mi trabajo era hacer acciones de
guerra sucia y operaciones psicológicas, propaganda negra, rumores, en fin, toda
la parte oscura de la política que nadie sabe que existe pero que todos
ven”, dice a la revista Bloomberg Businessweek, en su más reciente edición.
El reconocido hacker colombiano también confesó haber ayudado
de esta forma a muchas otras campañas en América Latina, en países como
Venezuela, Nicaragua, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Colombia y Guatemala
por hasta 20 mil dólares mensuales.
Ahora, cumple una condena de
10 años en prisión por cargos como conspiración para delinquir, violación de
datos personales, uso de software malicioso y otros relacionados con un hackeo
durante las elecciones presidenciales en Colombia en 2014.
Los reporteros Jordan
Robertson, Michael Riley y Andrew Willis relatan como mientras EPN festejaba su
victoria en 2012 a dos mil millas de distancia, en Bogotá, Andrés Sepúlveda
destruía todas las pruebas de su operación secreta.
Sepúlveda confiesa haber
instalado software maliciosos en la sede del candidato del Partido de la
Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obradro (AMLO), y de la candidata del Partido Acción Nacional,
Josefina Vázquez Mota, para poder espiar cualquier llamada o computadora que
usara esa red. Incluso de los candidatos.
El operador conocía sus
discursos, sus reuniones y tenía el itinerario de los candidatos incluso antes
que el equipo de los mismos.
Aunque Sepúlveda dijo haber
trabajado con el asesor político de la campaña de EPN, Juan José Rendón, éste
negó por completo haberlo contratado, sin negar que se conocían.
Portada de abril de Bloomberg Businessweek que circula en las redes sociales.
Bloomberg Buisnessweek
plantea que “los años bajo el Presidente Felipe Calderón y el Partido Acción
Nacional se vieron afectados por una agotadora guerra contra los cárteles de la
droga, que volvió ordinarios a los secuestros, a los asesinatos en la calle y a
las decapitaciones. A medida que se acercó a 2012, el PRI ofreció la energía
juvenil de Peña Nieto, que acababa de terminar un periodo exitoso como
Gobernador”.
Según el reportaje Sepúlveda
viajaba constantemente a México para reunirse con Rendón. También aseguran que
el dinero nunca fue un problema, pues se le permitía derrochar todo lo que
fuera necesario para realizar la operación.
“La mayoría de los trabajos eran
acordados en persona. Rendón entregaba a Sepúlveda una hoja con nombres de
objetivos, correos electrónicos y teléfonos. Sepúlveda llevaba la hoja a su
hotel, ingresaba los datos en un archivo encriptado y luego quemaba el papel o
lo tiraba por el excusado. Si Rendón necesitaba enviar un correo electrónico,
empleaba lenguaje codificado. “Dar caricias” significaba atacar; “escuchar
música” significaba interceptar las llamadas telefónicas de un objetivo”; se
lee en el reportaje.
Con las miles de cuentas
falsas en Twitter podía crear Trending Topics y girar conversaciones en torno a
temas como el plan de Peña Nieto para terminar con la violencia de la guerra
contra el narcotráfico.
Sepúlveda creo también el
temor en torno a AMLO, pues inició conversaciones en Twitter que aseguraban que
mientras este más subiera en las encuestas, el peso se hundiría más. Sabía todo
lo que era importante para los ciudadanos y sabía como usarlo a favor de su
candidato.
La
oficina de prensa de Peña Nieto se negó a comentar. Un portavoz del PRI dijo
que el partido no tiene conocimiento de que Rendón haya trabajado para Peña
Nieto o cualquier otra campaña del PRI.
Rendón dijo que sí ha trabajado en nombre de
los candidatos del PRI en México desde hace 16 años, a partir de agosto de 2000
hasta la actualidad. Negó haber trabajado con Sepúlveda.
También trabajó en otros países de América Latina
Sepúlveda cuenta que en
Guatemala interceptó digitalmente datos de personajes de la política y los
negocios y entrególa información a Rendón en memorias USB
encriptadas. En Nicaragua en 2011, atacó a Ortega, quien se presentaba a su
tercer período presidencial; infiltró la cuenta de correo electrónico de
Rosario Murillo, esposa de Ortega y principal vocera de comunicación del gobierno,
y robó secretos personales y gubernamentales.
“En Venezuela en 2012, impulsado por su aversión a Chávez, el equipo dejó de
lado su precaución habitual. Durante la campaña de Chávez para postularse a un
cuarto período presidencial, Sepúlveda publicó un video de YouTube anónimo en
el que hurgaba en el correo electrónico de una de las personas más poderosas de
Venezuela, Diosdado Cabello, en ese entonces presidente de la Asamblea
Nacional”, explican.
Puedes leer el reportaje completo aquí