Actualización | durante meses, aun cuando Donald Trump ha mantenido una sólida delantera en las encuestas nacionales y en la mayoría de las encuestas estatales, una amplia gama de periodistas y analistas nos han asegurado confiadamente que Trump no es el “verdadero” favorito del Partido Republicano en la contienda presidencial.
Actualmente hay menos personas que hagan tal afirmación, y quienes todavía la hacen parecen menos confiadas. Cada vez es más difícil negar que el multimillonario de Manhattan es el hombre a vencer.
¿Cómo ocurrió eso?
A pesar de todas las distintas teorías que han planteado los expertos, la navaja de Occam nos indica que la explicación más sencilla probablemente esté más cerca de la verdad. Teniendo esto en cuenta, tiendo a estar de acuerdo con Eric Fehrnstrom, antiguo asesor de Mitt Romney:
“La clave para comprender la contienda para la nominación republicana es la inmigración. Una vez que tenemos la clave, podemos revelar todos los misterios de la contienda.
“El Partido Republicano empezó a alentar a los candidatos para que respaldaran una reforma de inmigración exhaustiva, lo cual fue un enorme error de juicio político. Trump fue en la dirección contraria y ha sido recompensado con una importante delantera.”
De hecho, es realmente extraordinario cuánto ha cambiado Trump el debate sobre la inmigración entre los aspirantes a la presidencia del Partido Republicano.
Simplemente veamos a Ted Cruz. Antes de que Trump se incorporara a la contienda, el senador de Texas fue grabado defendiendo un aumento de cinco veces en el límite máximo de las visas H-1B para trabajadores invitados, diciendo que “fomentará el crecimiento económico y generará nuevos empleos en Estados Unidos.”
Sin embargo, el plan de inmigración que Cruz dio a conocer a mediados de noviembre “suspendería la emisión de todas las visas de H-1B durante 180 días para realizar una investigación y una auditoría exhaustivas de las constantes acusaciones sobre abusos en el programa.”
También endurecería los requisitos para obtener las visas H-1B y reforzaría las protecciones para los trabajadores estadounidenses, al tiempo que implementaría un grupo de medidas de seguridad fronteriza y de aplicación interna de la ley, aboliendo la ciudadanía obtenida por nacimiento, descartando la denominada visa de diversidad, acabando con la migración en cadena y previniendo “cualesquier aumentos en la inmigración legal en tanto el desempleo en Estados Unidos se mantenga inaceptablemente alto.”
Ahora Trump no es la única razón por la que Cruz endureció su postura sobre la inmigración, pero no hay duda de que el magnate de los bienes raíces ha producido un cambio importante en la forma en que los candidatos republicanos perciben y/o abordan este tema. No es necesario ser partidario de Trump para reconocer su impacto.
¿Cómo responderán los líderes republicanos del Congreso? Esto aún está por verse. Como escribió John O’Sullivan, mi antiguo colega del instituto Hudson:
“[Trump] se ha dado cuenta de que existe una gran oportunidad para un empresario político en un sistema bipartidista cuando un partido traiciona sistemáticamente a sus partidarios como lo ha hecho la élite del Partido Republicano en el tema de la inmigración.
“Otros candidatos podrían haberse dado cuenta de esto, pero carecían de los medios para hacer algo al respecto. Trump tiene el dinero y la grandilocuencia para luchar. Dentro del Partido Republicano, ha obtenido el apoyo en masa de conservadores alienados que se han agrupado alrededor de partidos insurgentes en otros países.
Por esta razón, hacer concesiones a Trump para debilitarlo parece ser el orden del día. En lugar de ello, la mayoría republicana de la Cámara negoció con el presidente Obama sobre un paquete presupuestal aparentemente diseñado para indignar a los republicanos fuera de Washington, el cual incluía de todo, desde ciudades asilo hasta el aumento de cuatro veces en el número de visas para trabajos temporales.”
La enorme expansión en el número de visas H-2B no fue un elemento esencial del acuerdo presupuestal. En otras palabras, añadirlo al paquete final no era necesario para garantizar el apoyo demócrata y prevenir un cierre del gobierno.
Pero los líderes del Partido Republicano lo añadieron de todos modos, lo cual confirmó que sus prioridades sobre la inmigración todavía son muy diferentes de las prioridades de la mayoría de los votantes republicanos. “La sordera de ese movimiento en medio del crecimiento de Trump fue simplemente pasmosa,”, escribió Jeremy Carl, estudioso de la Hoover Institution.
En una encuesta realizada por el Centro de Investigación Pew a principios de este año, se descubrió que 67 por ciento de los republicanos pensaban que los niveles de inmigración debían reducirse, mientras que solamente 7 por ciento piensa que deben aumentar.
Si los líderes del Partido Republicano hubieran comprendido mejor y/o tomado en serio las preocupaciones legítimas de sus votantes sobre la inmigración, la oleada de Trump podría nunca haber ocurrido. Pero no lo hicieron, y Trump creció.
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Corrección: en este artículo de Newsweek se afirmó originalmente que la cita de John O’Sullivan terminaba con la palabra “inmigración.” Su cita termina con la palabra “visas.”
Corrección: en este artículo de Newsweek se dijo originalmente que la cita de Eric Fehrnstrom terminaba con la palabra “contienda.” Su cita termina con la palabra “delantera.”