Chihuahua, Chih.- Un
promedio de 10 nuevos casos de abuso sexual infantil al mes son
detectados y atendidos por el Centro de Atención y Prevención del
Abuso Sexual y Maltrato Infantil, A.C. —ACASMI— informó Bárbara
Duarte, directora de la institución. Dijo que “el abuso sexual
contra los menores va en aumento y desafortunadamente se ha
normalizado; cada vez son más los niños que están siendo
violentados por sus propios padres biológicos y sus hermanos
adolescentes. En este último caso se ha tenido un repunte drástico”.

Indicó
que a nivel nacional, el Estado de Chihuahua ocupa el segundo lugar
en violencia sexual contra menores, problema que “es muy fuerte y
grave, pero no lo queremos ver, es una realidad; es cierto que se
empieza a difundir más y la gente empieza a tener la cultura de la
denuncia; sin embargo, el 80% de los casos no se denuncian porque
suceden en casa. Es un delito que se da generalmente dentro de la
familia y el agresor es el padre, el padrastro y ahora nos estamos
enfrentando al problema de que son los propios hermanos adolescentes
que están abusando de los más pequeños”.

Duarte
agregó que “nos asusta el ver cómo están violentando a nuestros
niños, pero es cierto que se está haciendo muy poco o nada para
poder salvaguardar a estos pequeños y sus derechos”.

Otra
problemática que se ha vuelto “común”, indicó, es que “ha
cambiado la forma del abuso y ha repuntado mucho por la situación
del mal uso de la tecnología, los niños de primaria traen su tablet
o su celular y están pasándose videos pornográficos. Tienen
información que no deberían de tener de acuerdo a su edad y a su
nivel cognitivo”. Aunado a lo anterior, señaló, no hay mucha
gente capacitada para atender el abuso, por lo que es urgente llevar
información preventiva a las escuelas en un esfuerzo
interdisciplinario.

“Buscar
qué fue lo que pasó probablemente no es la prioridad sino llevar
prevención y atender a quienes han sufrido abuso”.

Respecto
a la violencia ejercida por maestros hacia alumnos, indicó que “el
abuso en estos casos es común y a veces no sólo es sexual sino que
hay otro tipo de violencia e incluso puede tener hasta 30 o 40 niños
sobre los cuales ejerce su poder cuando se descubre la situación”.

En
este contexto, agregó que continúan llevando pláticas de
prevención a las escuelas pero, al verse rebasados por el trabajo,
“las escuelas empezaron a acercarse a nosotros para pedir que las
apoyemos y como no podíamos cubrir todo ellos empezaron a venir al
centro, lo que significa que si los maestros están sacando a los
niños de la escuela, cosa que es difícil, para traerlos a un
taller de prevención significa que algo está pasando”.

Finalmente
indicó que “es muy importante que los docentes sepan qué hacer en
un caso de este tipo, cómo dar esa primera atención cuando el niño
habla o rompe el silencio porque la manera de abordarlo tiene mucho
qué ver para evitar la revictimización”.

En
resumen.