Chihuahua, Chih.- El
campo de entrenamiento “Santa Gertrudis”, ubicado en el municipio
de Saucillo, produce diversas especies de caballos que van desde los
ingleses pura sangre hasta híbridos que han sido desarrollados en el
área de producción animal del lugar.
Israel
López López, médico veterinario, explicó que se tienen diferentes
actividades agropecuarias que van desde la producción de forraje
para alimento de los animales hasta la producción de equinos,
bovinos y ovinos, además de la ganadería alternativa que son los
ciervos rojos y una reserva de bisontes.
En el
caso particular de los equinos, indicó, se cuenta con caballos de la
raza percherón, pura sangre inglés, español y algunos híbridos.
Estos últimos se envían a comunidades rurales, particularmente del
sur del país, donde todavía se utilizan como unidades de carga o de
transporte mientras que las variedades restantes se destinan a los
cuerpos de policía montada o unidades del ejército.
En el
área ecológica, dijo, cuentan con un lago artificial, que se llena
con agua proveniente de un manantial, donde se siembran peces de las
variedades bagre y tilapia. Además, se cuenta con especies menores
como conejos, aves domésticas y aves rapaces como búho y aguililla
cola roja. “Tenemos también mamíferos como coyotes, gato montés
y algunos ejemplares de oso negro que son parte de la fauna endémica
de las partes altas del país”.
En el
caso particular del oso, agregó, “fueron donaciones de personas
que no los podían tener o llegaron heridos y se les dio tratamiento.
Su alimentación es a base de vegetales y frutas. El más joven tiene
7 años de edad pero en vida silvestre llegan a vivir hasta 25 años.
Su peso promedio es de 300 kilos en edad adulta y a pesar de eso son
animales muy rápidos que puede cazar mamíferos pequeños o
cervatillos. En cuanto a la cantidad de alimento que requieren
diariamente, es el 3% del peso del animal”.
En lo
que respecta al ciervo rojo, dijo que se produce con fines de
comercialización y lo mismo sucede con algunos ejemplares del
bisonte que ya han cumplido su ciclo de vida. “El bisonte es una
reserva que forma parte del entorno ecológico que queremos cuidar
pero cuando hay ejemplares que son muy viejos sí se sacrifican. De
manera cotidiana ellos andan libres en los terrenos del campo sin
embargo en ocasiones si se confinan a un espacio detergminado para
evitar contratiempos”.