Rusia lanzó el 30 de septiembre una campaña de bombardeos
aéreos en apoyo a la ofensiva terrestre de las tropas del régimen del
presidente sirio Bashar al Asad. ¿Cuál es el balance?
P: ¿Qué ataca Rusia?
R: Rusia llevó a cabo bombardeos en diez de las catorce
provincias de Siria, entre las que figuran feudos del grupo yihadista Estado
Islámico (EI) como Raqa y Deir Ezor.
Pero la mayoría de los bombardeos tomaron como blanco las
provincias de Hama (centro), Idleb (noroeste), Alepo (norte), Homs (centro) y
Latakia (oeste), donde las fuerzas gubernamentales luchan contra los rebeldes.
Según un recuento de la AFP realizado a partir de
comunicados del ministerio de Defensa ruso y de declaraciones del jefe de la
operación militar en Siria, el general Andrei Kartapolov, el ejército ruso
bombardeó 969 blancos “terroristas” en 1008 ataques aéreos.
Y esta semana, por primera vez, según el Observatorio Sirio
de los Derechos Humanos (OSDH), los aviones rusos bombardearon la provincial
meridional de Deraa.
Las únicas provincias no bombardeadas fueron Tartús (oeste)
y Sueida (sur), bajo control del régimen, Hasaké (nordeste), una parte en poder
de fuerzas kurdas y otra del régimen, y Quneitra, en la meseta del Golán (sur),
en la línea de alto el fuego con Israel.
P: ¿Con qué arsenal?
R: Rusia posee desde 1971 una base naval logística en Tartús
pero actuá principalmente desde un aeropuerto militar, puesto a su disposición
por el régimen en la provincia de Latakia. Estas dos bases están protegidas por
cientos de paracaidistas y comandos de la marina, que no intervienen en el
escenario de las operaciones.
Los comunicados del ministerio ruso de Defensa mencionan
ataques con aviones de combate Su-24, Su-25, Su-30 y Su-34. Reconoce tener
helicópteros en el país, pero no los menciona en las operaciones.
El 7 de octubre, el ministerio informó que buques de guerra
lanzaron desde el mar Caspio 26 misiles de crucero contra 11 objetivos en
Siria.
P: ¿Contra qué grupos?
R: Rusia afirmó que sus operaciones son contra el EI y los
otros “terroristas”, pero los países occidentales le reprochan que se
centre en los insurgentes moderados e islamistas.
El EI está poco presente en varias de las provincias
atacadas, como Hama, Latakia e Idleb.
Las organizaciones moderadas apoyadas por Estados Unidos
acusaron a Moscú de tomarlas como blanco. El grupo Suqur al Jabal afirmó a
inicios de octubre que los aviones rusos bombardearon su depósito de armas en
la provincia de Alepo.
P: ¿Qué cambió?
R: La intervención rusa levantó la moral a las tropas del
régimen que retrocedían frente a los rebeldes. El gobierno lanzó su primera
ofensiva terrestre el 7 de octubre en el norte de la provincia de Hama
(centro). Su objetivo: recuperar el control de la autopista internacional que
une Homs con Alepo, la capital económica del país. Pero los resultados son
relativos: arrebataron varias localidades a los rebeldes, pero sólo conservaron
tres de ellas.
En Sahl al Ghab, una meseta en la confluencia de las
provincias de Latakia, Hama e Idleb, el régimen se apoderó de algunas colinas
pero fue incapaz de conquistar posiciones que le permitieran un avance
decisivo.
En el sur de Alepo, las fuerzas gubernamentales conquistaron
seis pueblos y colinas, según el OSDH. El ejército afirma haberse apoderado de
50 aldeas, unos 120 km2.
Paralelamente, el EI se apoderó de tramos de la única
autopista controlada por el gobierno entre Homs y Alepo. A día de hoy, los
500 000 habitantes de los barrios de Alepo controlados por el régimen sirio
están completamente aislados.
P: ¿Cuántos muertos?
R: Los bombardeos rusos causaron 595 muertos, dos tercios de
los cuales eran miembros de los grupos armados y un tercio civiles, según el
OSDH. Según un recuento efectuado hasta el jueves, perdieron la vida 279
rebeldes moderados e islamistas aliados al Frente al Nosra, brazo sirio de Al
Qaida, y 131 yihadistas del grupo Estado Islámico (EI). Murieron 185 civiles,
entre ellos 46 mujeres y 48 niños. Moscú desmiente haber matado a civiles.
En comparación, los ataques de la coalición encabezada por
Estados Unidos desde hace trece meses causaron, según el OSDH, 3649 muertos,
de los cuales 3276 combatientes del EI, 147 del Frente al Nosra y otros grupos
islamistas. 226 civiles murieron, 6 por ciento de las víctimas, entre ellas 65
niños y 40 mujeres.
(Con información de Sara Hussein/AFP)