El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió el lunes a Europa “hacer más” para ayudar a los millones de refugiados que llegan a sus tierras procedentes de Medio Oriente y África, en la apertura de la Asamblea Generalde Naciones Unidas.
“El sufrimiento llega a nuevas alturas”, afirmó Ban en Nueva York, recordando que en el mundo hay “100 millones de personas que necesitan asistencia humanitaria inmediata” y “60 millones de personas que se han visto obligadas a dejar sus viviendas o países”.
Ban sostuvo además que el mundo no debería “estar construyendo muros ni cercas”, sino ocupándose de las causas del fenómeno, como la guerra y las persecuciones religiosas.
Tras el inicio de la masiva llegada de refugiados a Europa Hungría instaló una alambrada de 175 kilómetros a lo largo de su frontera con Serbia y ha comenzado a cerrar también los 41 kilómetros de su frontera verde -no bordeada por el río Drava- con Croacia.
La Asamblea General de la ONU comenzó este lunes en Nueva York centrada en la guerra en Siria, y tendrá discursos de los presidentes Barack Obama y Vladimir Putin, quienes se reunirán de manera bilateral para analizar salidas a ese conflicto.
En la apertura del pleno intervendrán además varios líderes de América Latina con realidades y necesidades diferentes: la brasileña Dilma Rousseff, el cubano Raúl Castro (en su primera participación), el mexicano Enrique Peña Nieto, la chilena Michelle Bachelet y la argentina Cristina Kirchner (en su última visita), entre otros.
Pero el mundo estará atento a lo que ocurra sobre todo entre los presidente Obama y Putin, que hablarán con unos minutos de diferencia desde la tribuna del hemiciclo de la ONU y se verán las caras por la tarde en su primera reunión en más de dos años.
Aislado por Occidente a raíz del conflicto de Ucrania, Putin se reinsertó de manera espectacular en el centro del escenario con Siria, arrasada por una guerra civil que lleva ya cuatro años y medio.
En momentos en que Rusia aumentaba sensiblemente su presencia militar en Siria, desplegando tropas y aviones en uno de los feudos del régimen del presidente Bashar Al Asad, Putin anunció que buscaba instalar con los países de la región una “plataforma común” para combatir a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
Moscú anunció el lunes a través de su vicecanciller Mijail Bogdanov una reunión de un grupo sobre la cuestión siria en octubre con la participación de Estados Unidos, Arabia Saudita, Irán, Turquía, Egipto y la propia Rusia.
Sorprendida por esta ofensiva diplomática, la Casa Blanca afirma que sería “irresponsable” no intentar un diálogo con el jefe del Kremlin, reivindicando un enfoque pragmático.
Explotando la falta de decisión en Occidente sobre el futuro del régimen de Asad, Rusia insiste en que apoyarlo es el único modo de poner fin a una guerra que ha dejado más de 240 000 muertos.
Estados Unidos reclama la partida de Asad, pero ha flexibilizado su posición y el secretario de Estado John Kerry admitió que el calendario sobre su salida era negociable.
Lo cierto es que mientras tanto el Estado Islámico consolida sus posiciones y mantiene su poder de atracción: unos 30.000 yihadistas extranjeros viajaron a Siria e Irak desde 2011, según responsables de inteligencia estadounidense citados por el New York Times.
Rousseff, en su peor momento
Al margen de esta cuestión crucial, la 70ª Asamblea General de la ONU servirá de tribuna para la vuelta al escenario mundial de Cuba con el primer discurso de Raúl Castro y tendrá a varios presidentes latinoamericanos que atraviesan un momento delicado en casa.
Es el caso de Dilma Rousseff, que abrirá el debate con un discurso después del secretario general de la ONU Ban Ki-moon.
Golpeada por la peor crisis económica en años, con el real en su valor más bajo de la historia, la presidenta brasileña ya dijo el domingo aquí en una cumbre de desarrollo que su país no tendrá “ningún problema” por el dólar ya que cuenta con “reservas suficientes”.
Otra presidenta cuestionada es Michelle Bachelet, en picada en los sondeos de aprobación en su país por los tropiezos de sus reformas y el escándalo de corrupción de su hijo Sebastián Dávalos.
En el frente externo se sumó el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), que declaró su competencia para tratar la demanda de Bolivia para tener una salida al mar, disputa que tendrá un nuevo capítulo el lunes ya que también hablará en la ONU Evo Morales.
Si esta Asamblea General será la del regreso de los Castro, marcará en cambio la despedida de Cristina Kirchner, que abandonará el poder en Argentina en diciembre tras ocho años, doce sumando el mandato inicial de su fallecido marido Néstor.
Esta jornada de intensa actividad diplomática en Nueva York tendrá como eje también el discurso del presidente iraní Hassan Rohani, su primero desde la conclusión en julio pasado en Viena del compromiso sobre el programa nuclear de Teherán.
De su lado, el presidente francés François Hollande lanzará un llamamiento a movilizarse contra el cambio climático, de cara a la Conferencia de París que buscará en noviembre un acuerdo mundial para frenar el aumento de la temperatura en el planeta.