El realizador mexicano Arturo Ripstein fue homenajeado esta
semana por sus 50 años de carrera en una ceremonia previa a la proyección al
público de su última película, La calle
de la amargura, en el marco del Festival de Cine de Venecia.
“Recibir este premio quiere decir que mi trabajo no ha sido
en vano y que no ha pasado desapercibido”, dijo Ripstein, quien compartió el
reconocimiento con su esposa y guionista, Paz Alicia Garciadiego, a quien
llamó: la “voz de mis ojos”.
El director de la Mostra, Alberto Barbera, entregó a
Ripstein una placa conmemorativa y subrayó que “es el cineasta más vital, tenaz
y original de la generación que debutó a mitad de los años 60”.
Ripstein es “heredero de la época de oro del cine mexicano y
precursor de la nueva generación de autores contemporáneos, como Carlos
Reygadas, Guillermo Del Toro y Nicolás Pereda, cada uno de los cuales, a su
manera, reconoce la deuda profunda con su obra”, aseveró.
Barbera destacó que el realizador mexicano es autor de
filmes “inolvidables”, la mayor parte de los cuales han sido escritos “a cuatro
manos” con su esposa, Paz Alicia Garciadiego.
“Risptein ha dado vida a un universo inquieto y doloroso,
poblado por personajes patéticamente al borde del abismo”, añadió.
Opinó que “la especial mezcla de belleza y brutalidad,
compasión y violencia, ironía y melanconía confiere a su cine una dimensión del
todo personal, que hunde sus raíces en la tragedia popular y en las sugetiones
del melodrama, sabiamente elaboradas”.
En la ceremonia, celebrada en la Sala Grande del Palacio del
Cinema -en la isla del Lido de Venecia-, Ripstein señaló que en su medio siglo
de carrera aprendió que en la lente de una cámara de cine puede abarcar
solamente lo que entra en 35 milímetros o “el universo entero”.
En el palco también estuvo presente el presidente de la
Mostra, Paolo Baratta.
“La calle de la amargura” fue exhibida en premier mundial
-aunque fuera de concurso- en Venecia y ahora se apresta a participar en el
Festival de Cine de Toronto.
“Sin apoyo estatal,
no tendría trayectoria”: Ripstein
El cineasta también inauguró, a finales del agosto, la
onceava edición del Festival Internacional de Cine de Monterrey, donde fue
homenajeado con el Cabrito de Plata por sus 50 años de trayectoria
Con 50 años de carrera dentro del cine mexicano, el
realizador Arturo Ripstein reconoce la oportunidad de contar en prácticamente
toda su filmografía con apoyos estatales para el financiamiento de sus
películas, cifra que ya supera el medio centenar.
“Desde El castillo de
la pureza (1972), todas han obtenido recursos del Estado, mismo que ha
financiado el 80 por ciento del cine mexicano con ciertas ambiciones: no
comercial y con la mayor calidad posible. Sin estos apoyos no habría
trayectoria mía y prácticamente de nadie”, dijo en conferencia de prensa.
Además, enfatizó en la importancia de contar con un respaldo
hacia cinematografías emergentes, como la de México, de parte de instancias
como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Instituto
Mexicano de Cinematografía (IMCINE). “No existiría el cine mexicano sin este
apoyo, no habría opciones y todo el mundo estaría viendo Harry Potter”, agregó.
Desde la Cineteca Nuevo León, el director de filmes como El lugar sin límites (1977) y Cadena perpetua (1978), afirmó que
dentro de la cinematografía nacional “ya no hay industria, hay cine de
autores”. “De pronto, quienes dan la cara por el cine mexicano son cinco
cineastas, pero ya no es dentro de una industria, sino por sus obras”, explicó.
Arturo Ripstein recordó que tanto él como su cine siguen
siendo el mismo y que pese al complejo panorama de distribución del cine
mexicano, y frente a la “democratización” del cine gracias a las nuevas
tecnologías y formas de hacer cine, continuará trabajando como “un demonio”.
“Ahora cualquiera puede hacer una película, que salga bien es otra cosa.”