Aún con el reciente traslado que autoridades penitenciarias estatales han realizado de reclusos a los Centros de Readaptación Federales (Ceferesos), la sobrepoblación de internos que purgan condenas en Hidalgo no ha disminuido, por el contrario, se incrementó.
Esto, de acuerdo con el Diagnóstico Penitenciario del primer semestre de 2015, presentado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), documento que advierte que en relación con el segundo semestre de 2014, “actualmente la tendencia de la población penitenciaria sigue a la alza”.
El documento considera las condiciones en que se encuentran los 12 Centros de Readaptación Social (Ceresos), así como cinco cárceles distritales y el Centro de Internamiento para Adolescentes.
“Existe incremento en los Centros de Reinserción Social de Actopan, Huichapan y Pachuca, así como las cárceles distritales de Metztitlán, Zacualtipán y Zimapán, resultando que durante el primer semestre del año en curso el total de la población es de 4 mil 283 internos, cuando el segundo semestre de 2014 finalizó con un total de 4 mil 219 reos”, señala el escrito.
En el documento se resaltó además que la mayoría de los centros de reclusión carece de la infraestructura necesaria para el alojamiento de los internos, “lo que conlleva a que éstos operen con sobrepoblación, con casos preocupantes como el Centro de Reinserción Social de Apan y la Cárcel Distrital de Tizayuca, en los cuales existe un sobrecupo superior a 300 por ciento”.
Otros penales como los de Tula, Huichapan, Ixmiquilpan y Pachuca, así como la cárcel distrital de Atotonilco el Grande, reportan niveles de sobrepoblación que oscilan entre 100 y 200 por ciento.
“Sólo el Centro de Reinserción Social de Tenango de Doria actualmente opera sin sobrepoblación, así como la cárcel distrital de Zimapán y el Centro de Internamiento para Adolescentes, mientras que la cárcel distrital de Metztitlán se encuentra en el límite de población, siendo ésta de 15 internos”, se detalla.
La comisión de derechos humanos del estado reiteró que la sobrepoblación en los centros penitenciarios impide una plena reinserción social de las personas internas e incrementan las carencias propias de los centros de la entidad.
“La capacidad instalada en los centros penitenciarios en el estado ha tenido ligeras variaciones como son la ampliación y creación de las áreas femeniles en el Centro de Reinserción Social de Tula y en el Centro de Internamiento para Adolescentes, respectivamente, las cuales han resuelto algunos problemas en esos lugares; sin embargo, la necesidad de mayores espacios para albergar a la población interna sigue siendo una constante y apremiante necesidad en la mayoría de los centros”, de acuerdo con el diagnóstico.
En el caso del Centro de Internamiento para Adolescentes, éste presenta una reducción en su población.
“En el primer semestre de 2014 contaba con una población de 81 internos, y para el segundo semestre se redujo a un total de 74; para el primer semestre de este año, la disminución continuó hasta llegar a 59 personas internas. Esa circunstancia ocasiona que no se encuentre con sobrepoblación y, por consiguiente, con disponibilidad de espacios”, se concluye en el diagnóstico elaborado por el organismo estatal.