Nota del editor: Este texto fue publicado en julio de 2015. Este 16 de octubre, Carlos Romero Deschamps renunció como líder del sindicato petrolero.
Cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto ordenó la detención de
Elba Esther Gordillo, aquel 26 de febrero de 2013, y dio un severo golpe al
sindicalismo corporativo, todos apostaban que el siguiente en caer debía ser
Carlos Romero Deschamps. Pero no, nada ocurrió y este dirigente no sólo ha
mantenido sus privilegios, sino que los ha incrementado.
El líder de los petroleros es la personificación perfecta de la
corrupción sindical, del uso corporativo y clientelar de un gremio en favor de
un partido y de un gobierno, así como del desvío de las cuotas de los
trabajadores y de los recursos públicos para el enriquecimiento personal.
Esos señalamientos no son meras suposiciones. En el año 2000
fue involucrado en el Pemexgate al desviar al menos 500 millones de pesos del
fondo del sindicato de la entonces paraestatal, a la campaña presidencial de
Francisco Labastida Ochoa.
Lo declararon inocente de los delitos de lavado de dinero y
delincuencia organizada, pero se le siguió proceso por fraude electoral. Sus
abogados combatieron la acusación en los tribunales hasta que la causa prescribió
en 2011.
El 6 de marzo de 2013, unos días después de la captura de la
Maestra, se atrevió a afirmar: “Tan tranquilos estamos que en octubre
celebramos nuestra convención ordinaria. Rendimos nuestros informes de trabajo,
nuestros informes financieros, todos fueron aprobados, fui propuesto para ser
reelecto y el proceso fue por unanimidad, no hubo ningún problema y tan
tranquilos estamos”.
Lo cierto es que la transparencia no es su fuerte y hoy su
salario es uno de los grandes misterios. Oficialmente debería ganar 24,633
pesos mensuales, según datos de Pemex proporcionados a raíz de una solicitud de
información, según los cuales tiene planta como sindicalizado, jornada laboral
cero y nivel tabular 28.
Pero eso nadie se lo cree. Por eso, el solicitante interpuso un
recurso de inconformidad y el entonces IFAI (hoy INAI), ordenó a la petrolera
localizar los recibos de nómina en los que se establezca con precisión el monto
pagado.
Lo que sí se ha podido documentar es la vida de lujo que
comparte con su familia, y que no ha tenido el menor empacho en ocultar. El 22
de abril, varios medios dieron cuenta de una fotografía en la que se le captó
junto con Gerardo Sánchez, exdirigente de la Confederación Nacional Campesina
(CNC), viendo un catálogo de yates en plena discusión sobre el Sistema Nacional
Anticorrupción.
Su gusto por las embarcaciones es conocido. El senador es dueño
de un navío llamado “El Indomable”, un Sunseeker Predator 60 valuado en más de
1.5 millones de dólares, en el que se le ha visto llegar a Isla Mujeres,
Cozumel o Holbox.
Además, le regaló un Sea Ray Sundancer 450 de un millón de
dólares a su hijo José Carlos, y a su hija Paulina un Sunseeker modelo Porto
47, que cuesta alrededor de medio millón de dólares.
La joven tampoco ha disimulado su vida de lujos. En su cuenta
de Facebook detalla su diario de viajes en yates y aviones privados, la renta
de habitaciones de lujo y el consumo de botellas de vino valuadas en cientos de
dólares. También presume bolsas Hermés de al menos 12,000 dólares a las que llama
sus “bolsas del Superama”.
Mientras, José Carlos adquirió en 2006 dos departamentos en un
condominio de lujo en Miami Beach por los cuales pagó 7 millones 550,000
dólares. Y meses después compró otro con una superficie de 530 metros cuadrados,
a un costo de 5 millones 500,000 dólares.
Según los registros de la propiedad del Condado de Miami-Dade
de 2012, el hijo de Deschamps pagó un predial anual de 92,863 dólares por el
inmueble más grande y de 32,268 dólares por el otro. Cantidad a la que se deben
sumar los costos por mantenimiento que van de los 3000 a los 5000 dólares
mensuales.
Permítanme ser ingenua y preguntar: ¿todo eso con un sueldo de
24,633 pesos?
PRÉSTAMOS NO TAN CHIQUITOS, A CÓMODAS MENSUALIDADES
En febrero de 2013 se hizo público un préstamo por 500 millones
de pesos que hizo Pemex a su sindicato. Para parar el escándalo, emitió un
comunicado en el que explicó que con esos recursos compró dos terrenos, en
Tabasco e Hidalgo, para construir complejos habitacionales. El plazo para
devolver el dinero era de cinco años, sin que la operación causara intereses.
La deuda se debe comenzar a cubrir a partir de enero de 2016
con mensualidades de 8 millones 333,333 pesos, para quedar liquidada en
diciembre de 2020.
Pero eso no es lo único. La empresa entregó al sindicato 105
millones de pesos para cubrir los gastos de la revisión contractual 2013-2015.
La entrega se hace con base en la cláusula 251 bis del contrato colectivo de
trabajo.
En dicho apartado también se contemplan apoyos económicos por
13 millones de pesos para los festejos del 18 de marzo, Aniversario de la
Expropiación Petrolera; y de otros 10 millones para el Día del Trabajo.
Sin embargo, esa bonanza no corresponde con la productividad de
su líder como político.
CERO EN PRODUCTIVIDAD
Carlos Romero Deschamps también tiene otro récord: en poco más
de cinco décadas de militancia dentro del PRI, es uno de los políticos que más
escaños ha ocupado. Tres veces diputado federal y actualmente senador de la república,
hilará veintiún años de ocupar una curul.
En esta LXII Legislatura del Senado, Romero Deschamps es
secretario de la Comisión de Energía, secretario de la Comisión de Defensa
Nacional, integrante de la Comisión de Seguridad Social y de la Comisión de Relaciones
Exteriores de Europa.
No obstante, no había registrado una sola intervención en
sesiones de trabajo y tampoco había presentado ninguna iniciativa de ley a
título personal, aunque se había adherido a cinco.
Como dicen que nunca es tarde, el pasado 11 de septiembre
presentó su primera iniciativa en lo individual con la que propuso un paquete
de reformas en materia de renuncia voluntaria de los trabajadores y demandas
laborales en caso de despido.
Se esperaba que con la reforma energética se eliminaran algunos
privilegios de la organización sindical, pero poco fue lo que se tocó. Por
ejemplo, el artículo 118 dice que los trabajadores de Pemex no tendrán derecho
a reparto de utilidades, pero sí se pueden otorgar “cualquier incentivo,
compensación, bono, gratificación o comisión por el desempeño de sus labores”.
Asimismo, la organización mantendrá injerencia sobre las
políticas de recursos humanos, contratación y capacitación. De la misma forma
se establecieron candados para impedir la modificación del contrato colectivo.
El artículo 9 transitorio dice que “la modificación de la
naturaleza jurídica de Petróleos Mexicanos, sus organismos subsidiarios y
filiales, (…) así como la presente Ley, no deberán afectar en forma alguna
los derechos de sus trabajadores en activo ni los de sus jubilados y
pensionados”.
Todo esto mientras Pemex registró pérdidas netas por 84,600
millones de pesos durante el segundo trimestre del año.
Por lo pronto, el fuero protege a Romero Deschamps, aunque
realmente el que lo cobija es un sistema que crea monstruos como él o Gordillo
Morales, a los que saca provecho mientras le sean útiles, pero que son
absolutamente prescindibles cuando cuestionan o se oponen abiertamente a una
decisión del gobierno en turno.
Así que será difícil ver caer al líder de los petroleros, por
lo menos durante lo que resta de este sexenio. Y con ello demostrará que él es
el verdadero dueño de nuestro petróleo.