“Ojos que no ven, corazón que no siente”, dice un dicho… Y a
los productores y compradores de moda bien podría irles, pues si bien en los
lujosos escaparates de reconocidas marcas de lujo en el mundo las prendas
parecen haber salido de un cofre de tesoros, la realidad es que, detrás de cada
producto está la historia de un animal en sufrimiento.
Por cruel que esto parezca, esta es la historia que el
fotógrafo italiano Paolo Marchetti quiso contar con uno de sus trabajos más
recientes: “The Price of Vanity” (El Precio de la Vanidad), una serie en la que
alude al concepto de la “belleza”, un término difícil de asociar a lujosas
prendas y accesorios cuando se conoce la historia de su procedencia o el modo
en que fue obtenida la principal materia prima –la piel-.
“(Se trata del) exterminio de especies animales destinados a
un fin bello”, expresa Marchetti.
Cada imagen fue capturada a lo largo de su viaje por
Colombia y Polonia, en la que acudió a granjas dedicadas a la obtención de
pieles finas y donde se describe el sacrificio y sufrimiento al que caimanes y
visones son sometidos.
¿Su ‘culpa’? Poseer una hermosa piel que formará parte de
una colección de moda, que complementará los más finos outfits de marcas de
lujo y que, quizá, más tarde estará en las manos de un millonario que irónica y
probablemente haga donaciones a fundaciones para el cuidado de los animales.
Con The Price of Vanity el fotógrafo – ganador del
International Photography Award, Grand Prix de Paris- intenta crear conciencia
mostrando el horror por el que pasan los animales en dichas granjas.
Este trabajo aún no está completo, pues ha dicho que
continuará su documentación sobre las fábricas de pieles y buscará llegar a más
criaderos.
“Estos lugares existen en todo el mundo, y me gustaría crear
un informe único sobre esta práctica horrible”, escribió Marchetti para el
sitio Lenscutlure.com.