En alguna parte de la
ciudad, Norma –quien logró sobrevivir a la explotación sexual y escapar
de sus captores–, se encuentra resguardada por las autoridades para
asegurar su presencia en el juicio oral que busca una sentencia
condenatoria contra seis integrantes de una presunta red dedicada a
prostituir y asesinar a decenas de mujeres en Ciudad Juárez.
Ella
es una las 394 testigos con las que el Ministerio Público pretende
armar mañana frente a un Tribunal de Juicio Oral, el rompecabezas que
explique cómo ocurrieron los crímenes de once mujeres.
Además de
probar la responsabilidad penal de Manuel Vital Anguiano, Edgar Jesús
Regalado Villa, César Félix Romero Esparza, José Gerardo Fuentes Alba,
Jesús Hernández Martínez y José Contreras Terrazas pues no hay pruebas
directas, sólo datos o indicios como el testimonio de Norma.
En
una declaración rendida ante el Ministerio Público el 26 de abril del
2013, y de la cual El Diario tiene una copia, Norma, quien logró
sobrevivir a la explotación sexual y escapar de sus captores, señaló que
en julio del 2011 cuando contaba con 16 años su madre la corrió de la
casa y se fue a la zona Centro a buscar a sus amigas.
Ahí se topó
con una persona a la que identificó como “Julia” o “Alicia” o “Pamela”
quien inicialmente le ofreció darle vivienda y escuela, pero dos semanas
más tarde le exigió que se prostituyera para que pagara lo que se había
comido.
Ella se negó pero fue obligada por esta persona y por
“Zeta Uno”, quien después sería identificado como Adrián Arturo Roldán
de la Cruz, asesinado en un enfrentamiento con ministeriales.
De
acuerdo con las autoridades, él recibía las ganancias de la trata de
María Guadalupe Pérez Montes, Lizbeth Áviles García, Perla Ivonne
Aguirre González, Idalí Juache Laguna, Beatriz Alejandra Hernández
Trejo, Jesica Leticia Peña García, Deysi Ramírez Muñoz, Andrea Guerrero
Venzor, Mónica Liliana Delgado Castillo, Jessica Terrazas Ortega y
Jazmín Salazar Ponce.
“Julia me encerró en su cuarto. Y después,
el día jueves siguiente, me dijo que me metiera a bañar. Me dio ropa.
Después me pintó la cara. Y yo lloraba, por lo que me dio una cachetada,
porque se me estaba corriendo el rímel”.
“También me puso uñas
postizas. Posteriormente, le llamaron por teléfono y ella dijo que tenía
varias y que se las iba a llevar para que las escogiera. Ya que tenía
varias muchachas. Éramos cinco”, narró Norma en su declaración.
“Quiero
decir que Julia me tuvo privada de mi libertad por aproximadamente seis
meses y en ese tiempo pues me prostituyó en varios hoteles, en casas
particulares”, denunció la testigo protegido.
En su declaración
Norma agrega que “todos los fines de semana Alicia nos llevaba con el
“Zeta Uno” ya que ella le entregaba el dinero a él. Y yo me fijaba que a
él lo acompañaba la misma muchacha que él dijo que era su novia. Y
También lo llegué a ver con otra muchacha. Y en la camioneta tipo Van
que mencioné, él traía varias muchachas para prostituirlas, ya que en
algunas ocasiones me llegó a subir en esa camioneta van”.
Al tener
a la vista una serie de fotografías, ella reconoció a Jessica Leticia
Peña García –una de las 11 víctimas– como la joven que vio en el bar
“Afro”, triste y sentada al lado de “Zeta Uno”. Afirma que la primera
vez que la observó fue en julio del 2011 y hasta diciembre del mismo
año.
Norma también reconoció a través de una serie fotográfica a a
Idalí Juache Laguna, a quien llegó a ver varias veces con “Zeta Uno”.
“La
tenía aparte de las demás. La llevaba adelante con él. También se veía
triste y tampoco hablaba. La vi por primera vez en el mes de julio del
2011 así como los siguientes meses hasta enero del 2012”, declaró.
Mientras
que a Camilo del Real Buendía –dueño de una agencia de modelos– lo
identifica como la persona que en una ocasión se reunión con “Zeta Uno”
en el interior de una camioneta, pero no establece qué hizo él,
solamente la referencia de que tenía muchas “novias”.
Otros testigos protegidos
Otro
testigo que tiene protección y será presentado en Juicio Oral es el de
iniciales JMGM y quien declaró el 19 de febrero del 2012, que él
trabajaba enfrente del Hotel Verde ubicado en la calle Santos Degollado
de la zona Centro y vio a uno o dos metros de distancia a varias mujeres
en ese establecimiento drogándose con thinner, agua celeste o cemento.
En
una diligencia efectuada el 13 de junio del 2013, JMGM reconoció a
Idalí Juache Laguna como una de las mujeres que era prostituida en el
Hotel Verde.
“Sí, la reconozco y la identificó. A ella la llegué a
ver en el Hotel Verde junto con las otras jovencitas que refiero. Y le
decían ‘La Negrita’. Ella tenía el pelo bonito, largo. Ella traía un
librito de fotografías de ella y las enseñaba”, afirmó JMGM en su
declaración la cual forma parte del juicio de amparo interpuesto por
Camilo del Real Buendía.
Mientras que otro testigo de iniciales
LJRL señaló que las mujeres fueron “levantadas” mayormente del Mercado
Reforma y sus alrededores porque conocieron la actividad de la banda y
los denunciaron a la Policía Municipal, en tanto que otras también se
involucraron en la venta de drogas y traicionaron a sus jefes.
LJRL
fue juzgado como menor de edad, cumplió la sentencia que le fue
impuesta y su declaración fue presentada por el Ministerio Público para
solicitar la vinculación a proceso contra los seis presuntos
responsables.
El testigo también reveló que quienes estaban a
cargo de la venta de drogas y el “levantamiento” de mujeres en el Centro
eran: Edgar Jesús Regalado Villa “El Pigüi”, José Antonio Contreras
Terrazas “El Koyac”, César Félix Romero “El Félix” y otros conocidos con
los apodos de “El Yeyo”, “El Pifas”, “El Pitufo” y “El Patachu”.
Todos ellos eran dirigidos por altos mandos de la pandilla Los Aztecas de apodos “El Negro” y “El Zeta Uno”.
Las madres y familiares de las víctimas también serán testigos protegidos en el Juicio Oral.
La
semana pasada fueron llevadas ante los agentes del Ministerio Público
de la Fiscalía de Género, acompañadas por agentes y personal de la
Unidad de Atención a Víctimas del Delito a fin de confirmar que están
disponibles para comparecer ante el Tribunal.
Datos extraoficiales indican que ellas cuentan con vigilancia e incluso algunas fueron cambiadas de domicilio.
Sin determinarse causa de muerte de 9 de las once.
De
acuerdo a los datos que obran en la carpeta de investigación, en este
caso no se determinó la causa de muerte de nueve de las 11 víctimas.
Sólo se estableció que Jessica Terrazas Ortega y de María Guadalupe
Pérez Motes perdieron la vida por un traumatismo.
En cuanto a
Lizbeth Avilés García, Perla Ivonne Aguirre González, Idalí Juache
Laguna, Beatriz Alejandra Hernández Trejo, Deysi Ramírez Muñoz, Andrea
Guerrero Venzor, Mónica Liliana Delgado Castillo, Yesica Terrazas Ortega
y Jazmín Salazar Ponce, de quienes únicamente se recuperaron restos
óseos, se desconoce la causa del deceso.
Datos periodísticos
indican que en el caso de Rubí Marisol Frayre Escobedo, el Tribunal
absolvió al homicida Sergio Rafael Barraza Bocanegra –entre otros
razonamientos– al concluir la recepción de pruebas y no demostrarse la
causa de muerte de la víctima.