La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió el Informe Especial sobre las Mujeres Privadas de la Libertad en los Centros de Reclusión de la República Mexicana, dirigido al Secretario de la Defensa Nacional, a los gobernadores de los estados, al Jefe del Gobierno del Distrito Federal y al Comisionado Nacional de Seguridad.
En el estudio se detallan distintas irregularidades que contravienen normas nacionales e internacionales y violan los derechos humanos relacionados con el trato digno, la legalidad y la seguridad jurídica, la protección de la salud, la integridad personal y la reinserción social de las internas.
La CNDH observó que el sistema penitenciario de nuestro país no atiende en la gran mayoría de casos, de manera adecuada, a los requerimientos específicos por razón de género señalados en la norma vigente, lo que trae como resultado que las graves carencias en materia de recursos humanos y materiales se acentúen en los centros de reclusión que alojan mujeres.
Y es que los gobiernos, Federal y estatales, no han realizado acciones efectivas para dar cumplimiento a las propuestas referidas, incluso desde el pasado informe llevado a cabo en 2013.
El Estado mexicano, al no dar atención adecuada a esa población penitenciaria, incumple con su obligación de adoptar medidas para asegurar que las mujeres bajo su custodia gocen de todos los derechos que les corresponden en su calidad de internas.
El más reciente informe Informe Especial, dado a conocer este 30 de marzo, es resultado de una investigación realizada por la CNDH durante los meses de febrero y marzo de 2014, cuando visitó 77 de los 102 establecimientos penitenciarios que albergan mujeres, donde en esos momentos, había alojadas 11 107 internas.
Arrancadas de sus hijos
En estos centros de reclusión se detectaron irregularidades diversas, como deficientes condiciones materiales; insuficiencia en los servicios; desigualdad entre las áreas varonil y femenil; alimentación deficiente; maltrato; sobrepoblación y hacinamiento; autogobierno, cobros y privilegios; inadecuada separación y clasificación, y aplicación discrecional de sanciones disciplinarias.
Asimismo, se confirmó la falta de atención médica; inexistencia de manuales de procedimientos; prohibición de estancia para las hijas y los hijos de las internas en
algunos casos; falta de apoyo para centros de desarrollo infantil; deficiencia de programas para la atención de personas con adicciones; insuficiente personal técnico y de seguridad; falta de capacitación e inadecuada supervisión de los centros.
El promedio de irregularidades presentadas por centro fue de 14, encontrando el mayor número de ellas (21) en el Estado de Guerrero, en los Centros Regionales de Reinserción Social de Chilpancingo y Acapulco.
La CNDH hace patente y reitera su preocupación por las condiciones y el trato que se brinda a las mujeres que se encuentran privadas de la libertad y a las niñas y los niños que viven con sus madres internas. Por ello, plantea 22 propuestas en las que pide tomar las medidas pertinentes y realizar acciones efectivas para garantizar el respeto a los derechos humanos de estas personas.
Mujeres, el 5% de los internos
Al mes de febrero de 2014, existían 389 centros de reclusión en el país. Asimismo, la población penitenciaria ascendía a 249,912 personas, y únicamente 12,690, que corresponde al 5.08 por ciento, eran mujeres. De las cuales 9529 son del fuero común; de éstas, 5019 bajo proceso y 4510 sentenciadas, mientras que las restantes (3161) pertenecen al fuero federal; 1866 de ellas se encontraban bajo proceso y 1295 estaban sentenciadas.
SUBCABEZA: INGRESAN MÁS POR DELITOS CONTRA SALUD Y ROBO
De acuerdo a la información proporcionada por las autoridades responsables
de los establecimientos al momento de las visitas, los delitos con mayor incidencia
entre la población femenil internada en esos sitios son: contra la salud 2276; robo
2170; secuestro, 1134; homicidio 1029; delincuencia organizada 611; fraude
240; lesiones 227; violencia intrafamiliar 108, y portación de arma de fuego
reservada para uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea 388.
Jóvenes entre 18 y 30 años, la mayoría de las reclusas
Otro dato de interés que arrojan las encuestas aplicadas a las internas, es el relativo al rango de edad de las 1772 reclusas que proporcionaron esta información, de las cuales el 46.33 por ciento (821) refirió tener entre 18 y 30 años; el 31.26 por ciento (554), de 31 a 40; el 14.72 por ciento (261) de 41 a 50; el 5.64 por ciento (100), de 51 a 60, mientras que el 2.03 por ciento restante (36), más de 60.
Respecto de la duración de las sentencias impuestas a las internas encuestadas, de 1,210 reclusas que respondieron a esta pregunta, el 45.95% (556) se encuentra sujeta a una pena de prisión de hasta 5 años; el 19.58% (237), oscila en un rango de entre 6 y 10 años; el 12.80% (155), de 11 a 20 años; el 12.23% (148), de 21 a 30; el 5.70% (69), de 31 a 40; el 1.98% (24), de 41 a 50; el 1.07% (13), de 51 a 60, y el 0.66% (8), de 61 o más.
Prostitución y violación
Del resultado de las encuestas aplicadas durante las visitas, se obtuvieron datos sobre la presencia de prostitución en 20 establecimientos penitenciarios de los estados de Coahuila, Chihuahua, Distrito Federal, Guerrero, Nayarit, Nuevo, León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Veracruz.
Incluso, en el centro de reclusión de Nezahualcóyotl Bordo de Xochiaca, en el Estado de México, varias internas encuestadas señalaron que fueron víctimas de abusos de tipo sexual.
De acuerdo con las encuestas practicadas, 60 internas alojadas en 33 establecimientos en los estados de Baja California, Baja California Sur, Chiapas,
Chihuahua, Coahuila, Colima, Distrito Federal, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán, refirieron haber sido víctimas de golpes por parte del personal del centro.
Mala higiene y deficiencia en alimentos.
La mayoría de los espacios destinados a las mujeres no cuenta con instalaciones adecuadas en cuanto a su infraestructura, mobiliario y equipo para garantizar a las internas una estancia digna y segura, debido a que presentan alguna o varias de las deficiencias que se mencionan a continuación: falta de planchas para dormir y colchonetas, lo que provoca que internas duerman en el piso; mantenimiento de los servicios sanitarios y de las instalaciones hidráulicas, eléctricas y de drenaje, así como en pisos, paredes y techos.
Asimismo, se detectaron fallas en el suministro de agua corriente para el aseo de las internas y las estancias, lo que ocasiona inadecuadas condiciones de higiene. En varios establecimientos, la cocina presenta deficiencia en los equipos y utensilios para la elaboración y distribución de alimentos, así como la conservación de los insumos.
También se observaron deficientes condiciones en la ventilación e iluminación natural y/o artificial, de las estancias, así como de higiene y presencia de fauna nociva (cucarachas, chinches, ratas o moscas).
Autogobierno, cobros y privilegios.
Durante las visitas a 38 centros en los estados de Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Chihuahua, Distrito Federal, Durango, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz, se tuvo conocimiento de internas que ejercen control sobre otras, así como la realización de alguna o varias actividades propias de la autoridad, tales como la asignación de estancias, la vigilancia, mantenimiento del orden, la aplicación de sanciones disciplinarias, la distribución de los alimentos, las tareas de limpieza, la organización de actividades laborales, educativas o deportivas; el acceso al servicio médico, la visita familiar e íntima, así como el uso de teléfonos públicos, entre otros.
Se obtuvo de igual manera información sobre la existencia de cobros a cargo de las internas o del propio personal del centro, especialmente de seguridad y custodia, ya sea para tener acceso a los servicios que el establecimiento debe ofrecer en forma gratuita, como brindarles seguridad y garantizar su integridad física, o quedar exentas del cumplimiento de sus obligaciones como internas.
También se detectó, como ya se mencionaba, la existencia de privilegios en virtud de los cuales algunas estancias son ocupadas por una o varias internas, cuando la mayoría presenta hacinamiento y en condiciones materiales notoriamente mejores que las que ocupa el resto de la población, así como la posesión de aparatos electrónicos entre los cuales se observaron televisores de pantalla plana, hornos de microondas, refrigeradores e incluidos teléfonos celulares.
Este Informe Especial, que ya fue debidamente notificado a sus destinatarios, puede ser consultado en la página: http://www.cndh.org.mx/sites/all/fuentes/documentos/informes/especiales/2015_IE_MujeresInternas.pdf