Los estudiantes de Hong Kong, punta de lanza del movimiento prodemocracia, llamaron a una nueva movilización masiva este viernes y a preparar una larga campaña, después de que las autoridades locales anularan un encuentro con ellos.
Los manifestantes, que siguen ocupando tres áreas de Hong Kong, aunque cada vez son menos numerosos, pidieron a sus seguidores que se reúnan este viernes a las 19H30 (11H30 GMT) cerca de la sede del poder, en el centro de la excolonia británica.
Quieren protestar contra la decisión del Gobierno de anular un encuentro previsto este viernes. Las autoridades aseguraron que no podían hablar con los líderes estudiantiles mientras estos sigan amenazando con reanudar las manifestaciones en caso de desacuerdo.
Los estudiantes protestan contra la decisión de China de controlar los candidatos de los próximos comicios locales, en 2017, que se celebrarán por sufragio universal. Exigen también la dimisión del número uno del Ejecutivo hongkonés, Leung Chun-ying, al que consideran la marioneta de Pekín.
Decenas de miles de hongkoneses han participado en las protestas en las calles de la ciudad desde el 28 de septiembre.
Los analistas creen que la situación puede durar varias semanas, ya que ninguna de las partes parece dispuesta a ceder.
Pero los dirigentes del movimiento se encuentran en una posición delicada, dado el cansancio de los cerca de siete millones de habitantes de Hong Kong, cuya vida cotidiana está perturbada por las movilizaciones.
El lunes, este importante centro financiero había recuperado su actividad normal después de más de una semana con fuertes perturbaciones, en la que se suspendieron servicios públicos de transporte y se cerraron escuelas y negocios.
– Apoyo entre los diputados –
Los diputados de Hong Kong favorables al movimiento, por su lado, aseguran que están dispuestos a paralizar los trabajos parlamentarios en las comisiones que controlan. “Hong Kong ha entrado en una era de desobediencia y falta de cooperación”, aseguró el diputado Alan Leong.
Para Sunny Lo, del instituto para la educación de Hong Kong, la decisión de los diputados prodemocracia coloca al gobierno local en una situación difícil. “No es una buena señal, la temperatura está subiendo dentro y fuera del Consejo legislativo”, que alberga a los diputados, asegura. “Si el movimiento sigue varias semanas, creo que será inevitable una intervención de la policía”, añade.
Para Ed Chin, administrador de fondos especulativos y miembro de Occupy, principal organización prodemocracia, las ‘sentadas’ van a durar “más de lo previsto” y augura “algunas semanas, a menos que la policía los disperse por la fuerza”.
Paralelamente, la fiscalía de Hong Kong abrió una investigación tras revelarse que una compañía australiana pagó 6,5 millones de dólares a Leung, como parte de un acuerdo cuando éste era empresario y no había asumido todavía al frente del gobierno hongkonés. Su oficina dijo que legalmente no estaba obligado a declarar esa suma, pero la oposición ha puesto en duda su integridad.