En México, el 20 por ciento de los accidentes automovilísticos se debe al uso de teléfonos celulares.
El teléfono móvil y el internet facilitan y agilizan gran parte de las actividades que hacemos diariamente. Gracias a estos aparatos inteligentes resolvemos los asuntos pendientes desde casi cualquier lugar, y el auto es uno.
Está comprobado que usar el teléfono celular equivale a haber tomado cuatro cervezas, lo que disminuye la capacidad de reacción. Mirar el teléfono cinco segundos a una velocidad de 80 kilómetros por hora equivale a avanzar la misma distancia que mide una cancha de fútbol y utilizar los dispositivos móviles mientras se maneja, reduce los reflejos de reacción de una persona joven a los de un adulto de 75 años.
Se calcula que en México el 20 por ciento de los accidentes automovilísticos se deben al uso de celulares, lo que los ubica como la tercera causa de accidentes de auto en el país solo después de manejar a exceso de velocidad y en estado etílico. Para ponerlo en perspectiva, cada semana mueren 600 jóvenes de entre 15 y 21 años de edad por conducir ebrios, de ellos el 74 por ciento son hombres y 26 por ciento mujeres, pero en los últimos años los accidentes han aumentado considerablemente entre quienes durante sus trayectos en auto mensajean y envían actualizaciones a redes sociales y chats.
Según la Iniciativa Mexicana de Seguridad Vial (Imesevi), los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte en la población de entre cinco y 29 años y la segunda causa de orfandad, mientras que el Consejo Nacional para Prevención de Accidentes (Conapra) calcula que un promedio de 24 000 personas mueren al año en el país como resultado de percances vehiculares.
Por su parte, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros señala que el riesgo no solo es su integridad o su vida, sino la de terceros, incluso advierte que los equipos celulares que permiten tener las manos libres no brindan una ventaja de seguridad respecto a los otros equipos, porque la atención no se encuentra completamente concentrada en una sola actividad.
La Asamblea Legislativa del Distrito Federal reporta que el año pasado se registraron 13 022 accidentes viales en la ciudad de México, 651 fueron porque el conductor utilizaba el teléfono celular. La realidad es que no se tiene una cifra exacta de cuántas personas mueren o resultan lesionadas en el país debido al uso del teléfono celular al conducir, lo que sí está comprobado es que conducir y utilizar el teléfono móvil no permite observar todo lo que hay alrededor y los movimientos se vuelven más lentos, lo que podría derivar en un accidente.
La Secretaría de Salud y el Conapra revelan que cada año mueren en México 24 000 personas a causa de accidentes viales, y 40 000 quedan con alguna discapacidad permanente, mientras que 50 000 son hospitalizadas con heridas graves.
Por su parte, el gobierno de México y sus localidades destinan recursos por 150 000 millones de pesos para atender a quienes sufren accidentes automovilísticos entre gastos de hospitalización, ministerio público, grúas, corralones, trámites y peritajes.
La Organización de las Naciones Unidas revela que en el mundo se generan al año 1.24 millones de muertes de personas por accidentes de tránsito, de las cuales México aporta 24 000 muertes, con lo que ocupa el séptimo lugar en el mundo con más percances viales.
En Estados Unidos, una de cada cuatro personas conduce y mensajea en su celular para resolver sus asuntos, situación que se suma al número de muertes a causa de accidentes por distracciones mientras se conduce un automóvil. Los jóvenes son quienes utilizan cada vez más el teléfono celular; datos difundidos por la consultora Lexia revelan que el 40 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 29 años aceptaron que hablan por teléfono “habitualmente” o “muy a menudo” mientras están a bordo de un auto.
En Gran Bretaña está prohibido por la ley hablar o mensajear por teléfono mientras se conduce, regla que de no implementarse en todo el mundo puede traer consecuencias, como el que manejar y usar el teléfono sea incluso más peligroso que conducir después de beber alcohol.
Pablo Reinah es periodista mexicano, premio nacional de periodismo 2001. Actualmente colabora en el canal de televisión por internet UNO TV como reportero y conductor. @PabloReinah