¿Qué estaríamos dispuestos a cambiar de nuestros hábitos de consumo?
Existe un producto en el mundo que gusta a todos y es consumido por la mayor parte de la población, sin importar de qué parte del planeta se sea.
Brand Footprint, de Kantar Worldpanel, empresa dedicada a investigar los hábitos de consumo, encuestó al 63 por ciento de la población mundial, es decir, a 956 millones de personas de 35 países, lo que representa el 69 por ciento del Producto Interno Bruto global, entre los sectores de bebidas, alimentos, salud y belleza, cuidado del hogar, bebidas alcohólicas y pañales.
Encontró que el producto más vendido es la Coca Cola; en el último año esta bebida se vendió 5.8 billones de veces. El caso de México es revelador, es el segundo país que más Coca Cola consume (solo superado por Estados Unidos), llega al 99 por ciento de los mexicanos, quienes la compraron en promedio 85 ocasiones en el último año; en contraparte, México es uno de los países que más leche consume.
Las botanas, frituras y comida chatarra van ganando terreno en todo el mundo. Hoy en día se compran en el 80 por ciento de los hogares del planeta; las preferidas son las papas fritas, las galletas de chocolate y las frituras con sabor a queso.
Pero, a pesar de que los latinos gastan 37 por ciento en alimentos, 22 por ciento en bebidas, 17 por ciento en lácteos, 14 por ciento en productos para el cuidado del hogar y 10 por ciento en productos para el cuidado personal, se encontró que México es uno de los países que más gasta en alimentos, el 40 por ciento de su presupuesto, solo superado por Perú y Chile, con un gasto promedio del 50 por ciento.
México, Colombia y Argentina son los países latinos donde más lácteos se consumen; en contraste, los mexicanos destinan poco presupuesto a productos de limpieza o de belleza. Por el contrario, los peruanos y bolivianos gastan más en la limpieza de su casa y en cuidar su físico.
México es caso aparte, los consumidores han adquirido recientemente hábitos distintos ante la aplicación de los nuevos impuestos derivados de la reforma fiscal. Un sector de la población ha cambiado los grandes supermercados por pequeñas tiendas, lo que ha traído como consecuencia el consumo de marcas más baratas y poco conocidas.
Algo nuevo es que existe una moda por comprar té listo para beber en todo el mundo, en un año 15 millones de hogares lo compraron, seguido de bebidas energizantes y deportivas, con 10 millones de nuevos compradores, mientras que el agua embotellada ganó 15 millones de nuevas ventas.
Para comprobar si somos lo que comemos, una pareja de periodistas documentó los hábitos alimentarios de distintas familias en varios países, demostrando que la comida chatarra y la mala alimentación no están necesariamente ligadas a los países más desarrollados. El fotoperiodista Peter Menzel y la escritora Faith D’Aluisio estudiaron los hábitos alimentarios de 30 familias en 24 países.
Llegaron a la conclusión de que, aunque en África gastan 500 por ciento menos en comida, tienen una alimentación más saludable, basada en vegetales y granos. Mientras, el gobierno de Estados Unidos gasta más en salud pública que cualquier otro país en el mundo, 7960 dólares per cápita, y es donde más comida chatarra, refrescos y alimentos procesados con conservadores se consumen.
Aunque en México existe un alto consumo de frutas y verduras, la alimentación incluye por lo general refrescos con alto contenido de azúcar y comida procesada a base de maíz, lo que trae como resultado altos índices de obesidad.
Ahora que lo saben, ¿qué cambiarían de sus hábitos de consumo?
Pablo Reinah es periodista mexicano, premio nacional de periodismo 2001. Actualmente colabora en el canal de televisión por internet UNO TV como reportero y conductor. Twitter: @PabloReinah