Los motivos principales del secuestro en la región latinoamericana son varios, pero en los últimos años tienen que ver sobre todo con el alarmante aumento del tráfico de drogas. Las bajas en los números de sicarios provocadas por la guerra a los y entre cárteles de la droga y los golpes financieros propinados a estos grupos delincuenciales han forzado a los narcotraficantes a posar su mirada en una industria que cada vez provoca más terror y dolor a las poblaciones. Y es que los cárteles de la droga hoy en día plagian niños, adolescentes y adultos para reclutarlos como sicarios, o a individuos adinerados por quienes exigen millonarios rescates con el fin de sanar sus finanzas golpeadas por las acciones gubernamentales.
Como todos sabemos, los casos de secuestro no siempre tienen un final digamos feliz. Si por alguna razón el raptado pierde la vida, su familia y gente que lo rodea quedarán con una pena perenne, la cual se volverá más dolorosa si los restos del plagiado nunca son localizados.
Por ello se dice que el rapto es uno de los delitos que más dañan y lastiman a las sociedades, pues sabiendo que ese monstruo ronda las calles, la población vive atemorizada e intranquila. Además, como ya sucede en varios países de América Latina, los flujos de inversión extranjera y de turismo, que en resumen representan las principales entradas de divisas de las naciones, se ven menguados colosalmente en aquellas entidades donde se acentúan los secuestros.
Las aristas del secuestro
En una época Colombia se erigió como el país de América Latina en donde más gente se plagiaba. No obstante, el cáncer sigue allí, y ahora con el añadido de que el resto de la región latinoamericana padece incluso de peor manera la misma desventura.
México y Venezuela encabezan la lista negra con más casos de secuestros. Eso no quiere decir que países como Argentina, Ecuador, Chile, Perú, Nicaragua y Brasil resulten muy bien librados a este respecto.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), varios son los elementos comunes en la perpetración de un secuestro: con fines de extorsión (para exigir una suma de dinero, influir en decisiones empresariales u obtener una ventaja comercial); con fines políticos o ideológicos (cuyo objetivo puede ser destacar una reivindicación particular, crear una atmósfera de inseguridad, obtener publicidad o influir en decisiones de gobiernos u otras entidades); entre grupos delictivos o dentro de ellos (con el fin de cobrar deudas u obtener ventajas en un mercado delictivo particular o con fines de intimidación); vinculado a disputas familiares o domésticas (que en algunas jurisdicciones se conoce como “rapto”); con fines de explotación sexual (que puede incluir el contrabando posterior de las mujeres y los niños a través de las fronteras nacionales); secuestro en el curso de otras actividades delictivas (normalmente para facilitar la adquisición de determinados productos, generalmente en el curso de un robo); y secuestro simulado o fraudulento (en que la “víctima” actúa conjuntamente con otros o sola para obtener algún beneficio material o de otro tipo). Por esa razón todos los estados miembros de las Naciones Unidas lo consideran un delito grave.
La condena internacional
A este respecto, en una de sus resoluciones la ONU establece su preocupación por el aumento de este delito y reitera que el secuestro de personas, en cualquier circunstancia e independientemente del propósito, constituye un delito grave y una violación de la libertad individual que menoscaba los derechos humanos.
La ONU asimismo ha manifestado alarma ante la creciente tendencia de los grupos delictivos organizados a utilizar el secuestro, especialmente con fines de extorsión, como método para acumular capital con miras a consolidar sus operaciones delictivas y emprender otras actividades ilegales, como el tráfico de armas de fuego y de drogas, el blanqueo de dinero y los delitos relacionados con el terrorismo.
Por ello el organismo internacional ha condenado y rechazado enérgicamente la práctica de este delito, en cualquier circunstancia e independientemente de su propósito, especialmente cuando sea realizada por grupos delictivos organizados y terroristas.
Igualmente, Naciones Unidas “reitera que los grupos delictivos organizados y los grupos terroristas, así como todos los autores de tales delitos, son responsables de cualquier daño o muerte que se produzca a raíz de un secuestro perpetrado por ellos y deben ser castigados
en consecuencia”.
El organismo también alienta a los estados miembros a que continúen fomentando la cooperación internacional, especialmente la extradición, la asistencia judicial recíproca, la colaboración entre las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley y el intercambio de información, con miras a prevenir, combatir y erradicar el secuestro.
Y exhorta a los estados miembros que aún no lo hayan hecho a que, con el fin de promover la lucha contra este delito, “refuercen sus medidas contra el blanqueo de dinero y faciliten la cooperación internacional y la asistencia recíproca para, entre otras cosas, localizar, detectar, congelar y confiscar las ganancias obtenidas mediante el secuestro a fin de combatir a los grupos delictivos organizados”.
Naciones Unidas, por otra parte, también insta a los países que la integran a que presten especial atención al importante daño psicológico, social y económico que lleva aparejado el plagio tomando medidas legislativas, administrativas o de cualquier otra índole que permitan una adecuada prestación de apoyo y asistencia a las víctimas y sus familias.
Adiestramiento antisecuestro
Yenka es el sobrenombre de trabajo de uno de los instructores en México de Risks Incorporated, una empresa fundada por el exmilitar británico Orlando Wilson y asentada en Miami, Florida, Estados Unidos, que se especializa en entrenamiento para guardaespaldas, grupos tácticos de operaciones especiales de la policía, servicios de investigación, de protección ejecutiva, y entrenamiento en prevención de secuestro para ejecutivos.
En entrevista con Newsweek en Español, Yenka manifiesta que los cursos serios y profesionales para prevenir los plagios no son precisamente un día de campo:
“Nuestros métodos son poco convencionales en comparación con el mercado comercial, en el que los cursos de este tipo se realizan en lujosos salones de hoteles de gran turismo, con aire acondicionado, almuerzo incluido y cofee break cada vez que uno quiera despejar la mente. Nada más lejano de la realidad, de una situación real ante un incidente de secuestro tanto para la familia como para la víctima. En nuestros entrenamientos los clientes tienen que lidiar con fatiga, sueño, hambre, frío,
calor, largas caminatas, picaduras de mosquitos, largas horas de espera y mucha pero mucha atención al detalle. Cosas que jamás harían con sus clientes los grandes corporativos internacionales de ‘expertos en seguridad’”.
Risks Inc. está asentada en Miami debido a que esta ciudad es considerada la puerta de entrada a América Latina, donde el secuestro y problemas de inseguridad están a la orden del día. Fundada en el año 2002, la empresa imparte cursos en unos 10 países del continente americano y el Caribe y ha entrenado a personal de Europa, Asia y África.
El diagnóstico de Risks Inc. respecto al problema del plagio, apunta Yenka, es que “en un inicio las bandas de asaltabancos vieron que el secuestro era un delito más rentable”, no obstante, en la actualidad “la amenaza del secuestro se ha incrementado dramáticamente, ya que los cárteles de la droga utilizan el secuestro y la extorsión como una rama más de su amplio espectro de operaciones delictivas”.
Mentalidad Táctica
El programa de Risks Inc. está diseñado para personas expuestas a diferentes tipos de amenazas debido a su profesión o circunstancias personales, pero que no desean depender de un equipo de guardaespaldas para su seguridad:
“Nuestras técnicas están probadas en el mundo real y le permiten a nuestros alumnos identificar diferentes tipos de amenazas potenciales, pues adquieren los conocimientos necesarios para tener la capacidad de tomar decisiones bajo circunstancias de alto estrés en caso de un evento violento. Algunos de los tópicos incluidos en el curso son técnicas de vigilancia y contravigilancia, evaluación e identificación de amenazas, localización e identificación de artefactos de espionaje, seguridad residencial, plan familiar de emergencias, seguridad al viajar, al asistir a un evento, en centros nocturnos, en vehículos, selección de rutas, prevención y reacción ante emboscadas, cómo sobrevivir a un secuestro y escape y evasión”.
Según Yenka, el programa impuesto a los participantes tiene una alta efectividad en cuanto a resultados se refiere, pues “los alumnos entienden a profundidad la forma en la que operan los criminales, cómo piensan, cómo planean y cómo actúan. Nuestros clientes comprenden que la razón principal por la cual los delincuentes tienen éxito es debido a que somos nosotros mismos los que de una o de otra manera les abrimos ventanas de oportunidad, las cuales ellos saben perfectamente cómo aprovechar. A través del entrenamiento los alumnos comprenden que la mayoría de los crímenes pueden ser evitados a través de la planificación”.
No obstante, “es importante mencionar que si alguien ha sido marcado o señalado por alguna organización criminal profesional, lo más probable es que lo atrapen tarde o temprano. En realidad no existe un método 100 por ciento infalible”.
¿Cómo se han beneficiado los clientes de Risks Inc. luego de haber sido entrenados para prevenir los secuestros? —cuestionamos al instructor.
En el caso particular de México, nuestros alumnos desarrollan una mentalidad táctica, es decir, toman en consideración una serie de factores para preparar sus actividades cotidianas. Y esta misma mentalidad la transmiten a sus familiares. Muchos de ellos regresan con nosotros para repasar lo aprendido o
para adquirir nuevos conocimientos. Hasta ahora ninguno de nuestros clientes ha tenido una situación de secuestro a pesar de que algunos habían sido amenazados o incluso plagiados antes de tomar el curso. Entre nuestros clientes han habido figuras del medio artístico, empresarial y político de México.
Adoptar nuevos hábitos
Adoptar nuevos hábitos
¿Qué debe hacer la población para evitar un secuestro?
Los criminales tienen éxito muchas veces porque nosotros, los ciudadanos, no queremos ver en esa dirección debido a que se trata de un tema desagradable, negando así la posibilidad real de ser víctimas de algún crimen. Como ciudadanos no podemos cambiar la conducta de los criminales, pero sí podemos cambiar nuestra conducta adoptando nuevos hábitos de autoprotección para disminuir la posibilidad de convertirnos en la siguiente víctima.
“Estos hábitos son nuestros mejores aliados y se llaman prevención, planificación y comunicación. Estos factores son la clave para reducir el riesgo de ser secuestrado. En muchas empresas en México los departamentos de seguridad corporativa educan a sus empleados en técnicas de prevención y los mantienen informados de acontecimientos relacionados con la delincuencia ocurridos en diferentes zonas del país. Pero difícilmente esto será realizado por las autoridades, ya que no desean que la población, turistas o inversionistas conozcan la realidad de las múltiples caras de la delincuencia que abundan en México”.
De acuerdo al diagnóstico de Risks Inc., ¿qué deben hacer los gobiernos para reducir el número de secuestros? —pregunta finalmente Newsweek en Español a Yenka.
Las leyes varían de país a país e, incluso, dentro de sus mismos territorios las leyes son diferentes dependiendo del estado en el que se susciten los hechos delictivos. En el caso de México, hay que educar informando a la población de manera masiva, en planes escolares y anuncios televisivos y por radio, de esta manera la población se volverá más consciente del problema y seríamos más las personas informadas e implementando medidas de protección familiar.
“Igualmente es importante perseguir la corrupción de autoridades ligadas al delito y es fundamental agilizar la atención en los ministerios públicos cambiando las leyes, como reducir el tiempo en el cual las autoridades inician el proceso de investigación cuando una persona se reporta desaparecida. En todo el país se deberían aplicar planes como el Protocolo de Alba, en el cual se inicia la búsqueda de niños y mujeres inmediatamente, o la Alerta Amber, pero que pudiera ser aplicable no solo para niños, jovencitos y mujeres, sino para todas las personas de cualquier edad, esto ayudaría a tener una mejor imagen de la autoridad ante los ojos de la sociedad y seguramente se reduciría el número de secuestros. Es increíble que en México, en cuanto se reporta un auto robado, la Policía inicia inmediatamente la localización del mismo; ojalá se hiciera lo mismo cuando se trata de personas”.