La minería y la explotación maderera ilegal en la Amazonía, la selva peruana, ha provocado graves daños ambientales.
La Fuerza Aérea de Perú comenzó a monitorear con aviones y drones los daños. Las naves tomaron miles de imágenes en la región amazónica de Madre de Dios, epicentro de la minería ilegal en Perú.
En detalle, “más de 20 mil imágenes aéreas (…), muchas de las cuales muestran los efectos perniciosos de la minería ilegal y otras actividades ilícitas sobre los bosques, fueron captadas”, agregó Defensa.
En las imágenes se observan campamentos mineros y madereros, además de los caminos que van penetrando la selva, por donde transitan camiones y tractores.
Lagunas con relaves, motores en funcionamiento, depósitos de combustible y gente operando dragas también se ven en las fotografías y videos, que fueron tomados desde unos 2.000 mil metros de altura por aviones C-26B y drones.
Estas imágenes “permitirán a las autoridades establecer los niveles de afectación al medio ambiente y la biodiversidad”, señaló el Ministerio.
Las fotos y videos serán entregados a la fiscalía, ministerio de Cultura, a la Marina y a otras instituciones vinculadas con la preservación y protección del ambiente y la biodiversidad.
Además, el material serán entregado a algunas ONG, como la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica y la Federación de Nativos de Madre de Dios, que combaten la explotación ilegal de los recursos en esa remota región.
Los miles de mineros ilegales emplean dragas, dinamita y mercurio para extraer el oro, destruyendo todo a su paso, según las autoridades.
“Las fotografías y videos captados durante el sobrevuelo en Madre de Dios, permite apreciar con precisión como la actividad minera ilegal afecta a la Amazonía al provocar la deforestación”, dijo el coronel Luis José Callirgos, del Comando de Control Aeroespacial de la FAP, a la agencia estatal Andina.
Una región amenazada
Situada al oriente de las montañas de los Andes, la Amazonía constituye un tercio del territorio peruano, pero la presencia del Estado es mínima debido a las condiciones del terreno.
Las autoridades peruanas estiman que organizaciones criminales ganan unos 2,600 millones de dólares al año a partir de la producción y venta de oro extraído ilegalmente en la Amazonía.
En esta región la deforestación se triplicó en los últimos años, al pasar de 5,000 hectáreas en 2001, a 17,000 en 2016.
Según imágenes satelitales, en 2017 desaparecieron 143,000 hectáreas de bosques amazónicos en Perú, “el equivalente a 200,000 campos de fútbol”, según el sitio web especializado Mongabay.
Entre 2001 a 2016, la Amazonía peruana perdió un millón 974,209 hectáreas de bosques, lo que equivale a unas 123,388 hectáreas menos cada año, según el Programa Nacional de Conservación de Bosques del Ministerio del Ambiente.
Cuando las autoridades expulsan a mineros o madereros ilegales de un lugar, vuelven al poco tiempo o se instalan en otro sitio para continuar con sus actividades.
Perú es uno de los 17 países “megadiversos” del planeta, que en conjunto albergan más del 70% de la biodiversidad mundial. Además, es el segundo país en bosques amazónicos (después de Brasil), según el Programa.
En 2015, el país tenía 69 millones de hectáreas de bosques tropicales, que permiten absorber el carbono del medio ambiente, uno de los causantes del calentamiento global.
El papa Francisco visitó Madre de Dios en enero para resaltar su compromiso con la protección del medio ambiente.