Los obreros de una fábrica en el este de China han trabajado muy duro desde marzo pasado para producir alrededor de 90,000 banderas con la leyenda “Mantener la grandeza de Estados Unidos” para la campaña de reelección de Donald Trump, con esto buscan cumplir rápidamente con el enorme pedido para evitar el posible impacto económico de la guerra comercial del presidente estadounidense.
A pesar de las constantes críticas de Trump hacia China y a las empresas estadounidenses que envían empleos y producción a otros países, el mandatario se ha mostrado poco renuente a aprovechar los bajos precios chinos en favor de sus resultados financieros. En tanto, mientras que el presidente estadounidense continúa amenazando con imponer aún más aranceles a las importaciones de China, los pedidos que su equipo de campaña ha hecho a distintas fábricas avanzan rápidamente para evitar posibles repercusiones financieras.
“Todo está estrechamente relacionado”, declaró a Reuters Yao Yuanyuan, directora de Jiahao Flag Co. Ltd., donde, en meses recientes, se han producido decenas de miles de banderas para la campaña de Trump. “Están preparándose, están aprovechando el hecho de que los aranceles aún no han aumentado, lo cual mantiene los precios bajos por ahora”.
Yao señaló que los meses que van de la primavera hasta el verano suelen ser la temporada baja de producción en las fábricas de Jiahao Flag Co. Sin embargo, este año, las mujeres que manejan las máquinas de coser de las instalaciones se han mantenido extremadamente ocupadas haciendo el dobladillo a las banderas de “Trump 2020”, que actualmente se venden por alrededor de un dólar la pieza. El equipo de campaña no desea desaprovechar esos precios tan ventajosos.
Hasta ahora, Washington y Beijing han impuesto aranceles adicionales de 25 por ciento a las importaciones de cada uno de estos países, que tienen un valor de 34,000 millones de dólares. Se espera que otros 16,000 millones de dólares también resulten afectados pronto por gravámenes recíprocos.
Trump ha advertido que añadiría gustosamente aranceles de 10 por ciento a otros 200,000 millones de dólares en productos chinos, mientras que Beijing prometió responder de la misma manera. La semana pasada, Trump incluso amenazó con imponer gravámenes adicionales a todas las importaciones chinas, entre las que se incluirían las banderas, por un total de más de 500,000 millones de dólares.
Sin embargo, Yao explicó que su fábrica ha producido parafernalia de Trump incluso desde su primera campaña en 2015. Muchas de las icónicas banderas de “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”, o “MAGA”, por sus siglas en inglés, fueron fabricadas por Jiahao Flag Co., una ironía que, aparentemente, es pasada por alto por muchos partidarios de Trump.
Muchas otras fábricas chinas también produjeron productos de campaña de Trump. De hecho, de acuerdo con NPR, incluso hay una broma en algunas partes del país, según la cual los residentes ya sabían que Trump ganaría mucho tiempo antes que los estadounidenses, porque recibieron muchos más pedidos de su campaña que de la de Hillary Clinton.
“Las ventas han sido muy buenas desde 2015”, declaró Yao a Reuters. Sin embargo, la directora también se dijo preocupada por el posible impacto de los aranceles de Trump y teme que estos le quiten a la fábrica la ventaja competitiva que le dan sus precios más bajos en comparación con los de Estados Unidos. También dijo que la postura de línea dura anti China del presidente estadounidense desincentiva a las empresas de ese país.
“Si continúa exigiendo aumentos en los aranceles como lo ha venido haciendo, o si sigue estando de acuerdo con aquellos que están contra China, definitivamente no podré aceptar [más pedidos]”, dijo.
“Todo el mundo puede tener un espíritu patriótico, pero eso no mejorará nuestra economía”.
Además de banderas y estandartes, el equipo de Trump ha hecho poco por evitar el uso de otras mercancías de origen chino, a pesar de la manifiesta postura anti China del mandatario. Justo este fin de semana, los invitados a un evento de “Hecho en Estados Unidos” realizado en la Casa Blanca observaron que los cubiertos con los que se servía la comida estaban, de hecho, fabricados en China.
Incluso, muchas de las icónicas gorras de MAGA que llevan los leales partidarios del presidente están hechas en China, aunque por lo general, el texto se borda en Estados Unidos. David Lassoff, director de Incredible Gifts, una empresa con sede en California, declaró a CBS News a principios de este mes que ha estado acumulando esas gorras hechas en China tras recibir advertencias de los importadores de que el precio podría aumentar debido a las políticas comerciales del presidente.