Disfruta el proceso y no te propongas metas imposibles.
Bajar de peso implica demasiadas iniciativas y acciones que puedes no estar tomando en cuenta y que podrían ser el motivo principal por el cual no estés lográndolo de la manera que quisieras.
—Estás comiendo más de lo que necesitas. El comer saludable no es todo, el conteo calórico también importa. Mientras estés comiendo más calorías de las que quemas en el día, no podrás bajar de peso.
—No te mantienes activo. El hacer actividad física acelera el metabolismo y crea músculo que necesita de energía para recuperarse, por ende, quemas calorías. Si te mantienes sentado en una silla durante horas el cuerpo no está gastando suficiente energía.
—Productos light o zero. El consumir productos bajos en calorías podría estar haciendo lento tu metabolismo, pues la mayoría de estos productos usan ingredientes químicos que el cuerpo no puede procesar.
—No tomas la suficiente agua. Somos 70 por ciento agua y debemos de estar hidratando todas nuestras células para que puedan trabajar de la manera correcta.
—No duermes lo suficiente. Al no descansar nuestro cuerpo se mantiene en un estado de “estrés” y libera hormonas que nos hacen guardar la comida como grasa.
—Es en lo único que piensas. El estar en batalla continua con tu cuerpo y estar pensando en comida o en lo que se te antoja libera hormonas en tu cuerpo que podrían apuntar en tu contra y ante tus metas.
—Emocionalmente estás pasando por algo difícil. Las emociones y pensamientos tienen un rol muy importante en nuestro organismo. Si estás pasando por algo difícil date tu tiempo para sanarlo y luego retoma tus metas alimenticias.
Y, por ultimo, disfruta el proceso y no te pongas metas imposibles porque lo único que vas a causarte es decepción.