Nació en 1983 como la casa de cambio corporativa Consultoría Internacional (CI), y en 2008, tras un importante crecimiento, se convirtió en CIBanco. Como resultado de su proceso de desarrollo, hoy en día es uno de los primeros diez bancos líderes del país en los negocios fiduciario y de crédito automotriz, pero, sobre todo, se caracteriza por haber redefinido la banca mexicana al ser la primera institución financiera en optar por la sustentabilidad como eje de negocio.
Por tal razón, sus productos y servicios reflejan un compromiso por un México más verde y sustentable, y como banco se atiene a la filosofía de ser líder en México en el sector de servicios financieros que privilegia la sustentabilidad como eje de negocio, en beneficio mutuo de las empresas y de las personas.
Dicha labor no ha sido invisible para el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), que recientemente le entregó a CIBanco el Distintivo Empresa Socialmente Responsable 2018 por cumplir satisfactoriamente con los estándares establecidos en los ámbitos de la responsabilidad social empresarial.
Para la institución financiera queda claro que los negocios sustentables serán la base de la economía del futuro, por ello ha adoptado las finanzas verdes como eje central de sus operaciones bancarias. El resultado se resume en un plan de negocios que incluye el desarrollo de productos financieros acordes con su misión, visión y valores.
En esta dinámica, cuenta con un comité de sustentabilidad conformado por cuatro especialistas en la materia, quienes se encargan de coadyuvar con CIBanco a desarrollar políticas de sustentabilidad, así como lineamientos para evaluar los riesgos medioambientales en la asignación de créditos y otros productos.
Los compromisos sustentables de la institución incluyen ser el primer banco mexicano en adoptar los Principios de Ecuador, que son directrices sobre los riesgos medioambientales para los financiamientos de proyectos. Además, forma parte del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y las Instituciones Financieras (UNEP-FI), cuyo objetivo es impulsar las finanzas responsables y el desarrollo sustentable.
En ese sentido, la operación sustentable de la entidad financiera consiste en evaluar constantemente el desempeño energético y el aprovechamiento de los recursos en sus sucursales y oficinas para implementar directrices contra el cambio climático. Por ejemplo, ha instalado sistemas fotovoltaicos en las oficinas regionales del sureste y, en 2016, colocó luminarias tipo LED en el 100 por ciento de su edificio central. De la misma forma, año tras año CIBanco realiza el cálculo de la huella medioambiental de sus operaciones, y con los resultados diseña políticas para reducirla y mitigarla.
Asimismo, hace unos meses, el 29 de septiembre de 2017, el banco se unió al Pacto Mundial, el órgano empresarial de la ONU. La Red Mexicana del Pacto Mundial dio la bienvenida a CIBanco al formar parte del grupo de responsabilidad social corporativa más grande del mundo.
El objetivo principal que se propuso al formar parte de este organismo es alinear sus estrategias y operación con los diez principios de la ONU enfocados en derechos humanos, estándares laborales, medioambiente y lucha contra la corrupción, y acceder a esta plataforma global, única en el mundo, que cuenta con datos de los principales actores sociales internacionales que coadyuvan en el desarrollo de medidas para un futuro sostenible.
Y es que, de acuerdo con su filosofía empresarial, en CIBanco existe la plena conciencia de la inminente necesidad de lograr los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por la ONU para el año 2030, lo cual requiere de la participación de gobiernos, academias, fundaciones, organizaciones de la sociedad civil, empresas y la población en general. El Pacto Mundial de las Naciones Unidas es un modelo de negocio que desde hace 17 años invita a las empresas, a escala internacional, a que se sumen a trabajar coordinadamente para alcanzar los ODS.
“Desde 2012 alineamos nuestros criterios de evaluación de riesgos crediticios a los estándares internacionales de los Principios de Ecuador. En 2015 firmamos el Protocolo de Sustentabilidad de la Asociación de Bancos de México y hoy somos parte del Pacto Mundial. Hemos adoptado y compartimos activamente con el gremio las mejores prácticas en el sector con la finalidad de ser un mejor banco y en conjunto impulsar el crecimiento sustentable de México”, manifiesta Jorge Rangel de Alba Brunel, presidente del Consejo de Administración.
El directivo agrega que, al vincularse con iniciativas sectoriales, CIBanco suma esfuerzos que generan valor a la sociedad a la que sirve. Por ejemplo, “año tras año nos unimos a las colectas en cajeros automáticos para recaudar fondos dirigidos al Programa Bécalos y a Fundación Quiera. Todos y cada uno de nuestros logros, iniciativas y alianzas nos ayudan a impulsar una conciencia sustentable en el sector y hacia el interior de la institución en pro del desarrollo de México y con el objetivo de contribuir a hacerlo más verde”.
Por su parte, Jorge Rey Gehrke, director de Sustentabilidad, expresa: “Somos la única institución financiera en México con un comité de sustentabilidad completamente independiente, con capacidades y facultades para dirigir, evaluar y proponer acciones que nos permitan impulsar una conciencia ambiental y proyectos sustentables en el país a través de nuestros productos y servicios financieros”.
En ese sentido, añade que ser el primer banco verde de México parte de una filosofía que día a día la institución procura reflejar en su operación, entorno y grupos de interés para hacerla trascender del papel a los hechos.
“Garantizamos la responsabilidad social y económica de nuestra operación al adherirnos y adoptar principios de autorregulación, tanto nacionales como internacionales. Dichos estándares nos permiten evaluar y reportar ante nuestros grupos de interés la forma en que nuestros créditos y nuestras acciones están impactando en el desarrollo de México”, añade Rey Gehrke.
Por último cabe señalar que en CIBanco los colaboradores están en el centro de las operaciones. Un ambiente laboral en el que todos se sientan seguros y en el que puedan desarrollar sus capacidades continuamente es clave para los objetivos de la organización. Por ello, la institución considera que la motivación y el esfuerzo personal pueden catalizarse en un ambiente de aprendizaje en el que sus colaboradores asuman nuevos retos para desarrollar todo su potencial.